Hemos escuchado, quizá hasta el cansancio, que las explosiones del pasado lunes durante el maratón de Boston dejaron 3 muertos. Pero, ¿quiénes eran esas personas que sin sospecharlo, perdieron la vida el pasado 15 de abril?
Tras una tragedia de este tipo, y la sacudida inicial del impacto, con el paso de los días comienzan a develarse los dramas personales, y surgen así, las historias detrás de la historia.
Estas eran las tres personas que murieron después de la explosión de las bombas en Boston:
Krystle Campbell, 29 años
Sus amigos recuerdan su personalidad desmesurada y su pasión por los Medias Rojas de Boston. También la manera en la que cantaba “Love the Way You Lie”, de Eminem y Rihanna, cada que la escuchaba en radio.
Para superar el duelo, sus familiares y amigos publican notas en Facebook.
“Estoy sorprendido, aturdido. Perdimos a Krystle Campbell, pero su gran sonrisa, y sus ojos azules vivirán por siempre en nuestros recuerdos y corazones”, dice uno de ellos.
De acuerdo a Michael McGlynn, alcalde de Medford, Massachusetts, en donde Krystle creció, el papá de Krystle se expresaba así de su hija:
“El Sr. Campbell dijo que sin duda su hija era un sueño, la hija que todo padre sueña tener. Sus amigos dicen que estaba ansiosa por vivir. Tenía un gran sentido del humor. Las pecas y el pelo rojo se debían a sus raíces irlandesas. Ella era alguien que trabajaba duro en todo lo que hacía.”
Krystle había sido gerente del local de comida Summer Shack, donde fue conocida como una trabajadora entusiasta. Recientemente tomó otro trabajo en la industria alimenticia en donde tendría más oportunidades de crecer.
Stephanie Guerrier, que trabajó con Campbell en Summer Shack, habló así de ella:
“De verdad era la persona más increíble que he conocido. No estoy diciéndolo por lo que acaba de pasar. Eso es lo que era en realidad.”
“Ella siempre estaba sonriendo. No podría pedir una mejor hija. No puedo creer que esto haya ocurrido… no tiene ningún sentido”, comentó entre lagrimas Patty Campbell, mamá de la víctima durante una conferencia de prensa.
Martin Richard, 8 años
Martin vivía en una casa azul del barrio obrero de Dorchester, en Boston. Al igual que la mayoría de los niños del vecindario, practicaba el beisbol y el futbol americano. Compartía techo con sus padres Bill y Denise, su hermana Jane, de 7, y su hermano Henry, de 10.
Quienes lo conocieron, lo recuerdan como un niño feliz y despreocupado. “Le tenía miedo a mi perro Rottweiler, pero aun así siempre me saludaba alegremente”, comentó Jane, una de sus vecinas.
El pasado martes, Bill Richard le mandó un correo electrónico donde con pesar comunicaba que su hijo había sido una de las víctimas de la explosión. En el texto, también daba a conocer que su esposa e hija habían resultado gravemente heridas.
“Mi querido hijo Martin ha muerto a causa de las heridas sufridas en el ataque a Boston. Mi esposa y mi hija están recuperándose de lesiones graves. Agradecemos tanto a nuestros familiares y amigos, como a las personas a las que nunca hemos conocido, por sus pensamientos y oraciones”.
La misma familia difundió la foto del pequeño, cuando asistió a un partido de hockey.
Para recordarlo, varios vecinos se han reunido frente a la acera de la casa en donde este pequeño vivía. Dejan mensajes de paz escritos con gis.
John Do, uno de sus vecinos y veterano de la guerra de Vietnam que acudió a dejar flores, se dijo consternado. Para él, lo sucedido durante el maratón “fue aun peor que lo que vi en el campo de batalla. Hacer esto en contra de niños es horrible. No dejo de llorar”.
La tercera víctima
Si bien, al recordar a las víctimas del atentado en Boston se menciona continuamente a Martin Richard y a Krystle Campbell, hay una tercera persona que perdió la vida aquella tarde y que poco ha sido mencionada. Se trata de una ciudadana chino cuyo nombre permanecía en el anonimato, pues su familia había pedido que su identidad no fuera revelada. Horas después se dio a conocer que el nombre de la víctima era Lingzhi Lu.
De acuerdo a un comunicado del consulado chino en Nueva York, esta joven estudiaba matemáticas en la Universidad de Boston. Había acudido al maratón para ver la carrera junto con sus amigos, con quienes decidió colocarse cerca de la línea de la meta.
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Junto a estas tres víctimas, al menos resultaron heridas otras 170 personas.
