La imagen del edificio que tiene una colina en el techo ha dado la vuelta al mundo. Se trata de un montón de escombros y hierbajos que pretenden parecerse a una colina real colocados en el penthouse de un enorme edificio chino. Aquí te contaremos la historia.
El responsable de esta colina es el profesor Zhang Lin, quien hace algunos años decidió alejarse del mundo y vivir una vida natural. Lamentablemente sus responsabilidades no le permitían salir de la ciudad, por lo que su sueño parecía frustrado. Donde muchos se hubieran dado por vencidos, Lin decidió que si no podía vivir en el campo, traería el campo a su vida.
Ante la imposibilidad de vivir encima de una montaña en el corazón de Beijing, Lin decidió montar el pico de una montaña encima de un enorme edificio de departamentos. Así que adquirió un penthouse y de inmediato subió montones de escombros y hierbas. El resultado fue una combinación entre un departamento de lujo y una choza en la punta de una montaña.
Hasta aquí parece una historia algo excéntrica, pero positiva, se trata de un profesor universitario que cumplió su sueño. El problema es que debajo de todos esos escombros y esa colina hay un edificio entero, un edificio con departamentos y personas viviendo en ellos. Damos por descontado que los inquilinos sufrieron terriblemente la construcción de la colina. Por semanas escucharon el ruido de taladros y rocas chocando a toda hora.
Una vez que la colina-casa estuvo terminada los problemas de los inquilinos no terminaron. La consrtrucción rompió las tuberías y aunque intentaron repararlas nunca lo lograron del todo. Además de que el peso de todas esas rocas amenazan con colapsar el edificio.
Lin no tienen ningún permiso para mantener una construcción como ésta, pero tampoco tiene una prohibición. Los inquilinos insistieron a los oficiales en China para que cuestionaran la seguridad de la colina encima del edificio. Las autoridades de la ciudad aseguraron que si resulta que no es segura, obligarán a Lin a derrumbarla.
Sin duda que la construcción parece irreal y sería una pena que la derrumbaran. Por otro lado, también sería una pena que el edificio entero se derrumbe por la enorme construcción. Parece difícil que lleguen a un acuerdo, mientras tanto Zhang Lin sigue viviendo su sueño de vivir una vida retirada sin alejarse demasiado de las comodidades de la ciudad. A cualquiera le gustaría poder tener esa combinación, ¿cierto? Excepto, por supuesto, a los inquilinos del edificio que habitan debajo del penthouse.