Ayer fuimos testigos de un buen partido entre Estados Unidos y México. El primer tiempo fue para los gringos, mientras que la segunda mitad le tocó dominar al Tri, gracias al regaño que seguramente les pegó el “Piojo” durante el descanso y a los cambios que se realizaron.
Cuando inició el partido, se presagiaba que sería parejo pero rápidamente, los locales (que por cierto estrenaron una playera bastante agradable para la vista) se adelantaron en el marcador gracias a un gol de Michael Bradley tras un cobro de tiro de esquina.
Luego, en una jugada vertiginosa, Wondolowski marcó el 2-0 y claro, en redes sociales no faltó el hashtag “DosACero”. Parecía que sería una nueva victoria para los estadounidenses en su país, algo que no ha cambiado en los últimos 17 años (hablando de amistosos).
Seguramente ustedes, queridos sopicuates, se molestaron porque el Tri no reaccionaba ni daba “pie con bola”. En la transmisión de Televisa estaba Cuauhtémoc Blanco como comentarista-analista y nos dejó una joya que nos hizo recordar al aclamado “no mames” de Luis García.
Al ver que Estados Unidos tenía el control del juego, el Temo estaba molesto y se le ocurrió decirlo al aire pero como solo él sabe: “estoy encabronado”.
¡Genio, crack!
Ya para la segunda parte, México salió con una mejor actitud y más revolucionado. Rafa Márquez anotó el 2-1 y después, Pulido marcó el empate. Pudo haber sido un triunfo para la Selección Mexicana pero al final fue un resultado justo.