Un panel de expertos de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos dio luz verde para recomendar la aplicación de una tercera dosis de la vacuna contra el COVID-19, exclusivamente para personas mayores de 65 años, así como para otros grupos de riesgo. La decisión se da luego de la preocupación de la Organización Mundial de la Salud sobre que la evidencia no parece respaldar la necesidad de aplicar un tercer refuerzo en este momento.
Aunque definitivamente, no fue una decisión fácil de tomar. Algunos expertos de la FDA casi se agarran del chongo luego de una acalorada discusión sobre los beneficios y perjuicios que acarraría la aplicación de otro refuerzo de la vacuna. Al grado que prefirieron hacerlo a la vieja usanza. Por mayoría de votos, el organismo se mostró a favor de recomendar una tercera dosis de la vacuna en la población vulnerable, pero rechazó que fuera necesaria para la población en general.
Una minoría más protegida
No es que fuera más fácil decidirlo con un ‘piedra, papel o tijera’, simplemente no se han realizado los estudios pertinentes que demuestren la necesidad de una tercera dosis de la vacuna fabricada por el laboratorio germano-estadounidense generalizadas a diferencia de las implementadas para grupos específicos que lo necesitan.
El panel votó por abrumadora mayoría en contra de la aprobación de los refuerzos para los estadounidenses de 16 años o más, que como bien menciona ‘El Economista’, echa abajo el plan del gobierno del presidente Joe Biden para lanzar un refuerzo masivo de la tercera dosis de Pfizer/BioNTech en los próximos días como estaba previsto.
Y es que, tomando el ejemplo del gobierno Israelí, el presidente estadounidense planeaba iniciar una nueva campaña de vacunación para dotar de una tercera dosis a todos los ciudadanos. Sin embargo, la decisión de la FDA cuarta los planes de la administración, proveyendo a los abuelitos (el 16.5% de la población estadounidense) de una mayor inmunidad.
Lo que está bien, ya que podría tomarse como un estudio preliminar de la inmunidad. Sobre todo, cuando algunos expertos de la FDA argumentaron que los datos que han mostrado investigadores israelíes sobre la campaña del tercer refuerzo de Pfizer, no pueden tener injerencia directa en los datos arrojados en la población estadounidense.
Cerrar la brecha
Durante horas de debate exhaustivo, los miembros del panel cuestionaron el valor de ofrecer una tercera dosis de Pfizer a toda la población. “No creo que una dosis de refuerzo vaya a contribuir significativamente al control de la pandemia. Creo que es importante que el mensaje principal que transmitamos sea que tenemos que conseguirle a todos dos dosis”, señaló Cody Meissner de la Universidad de Tufts.
Desde luego, algunos conservadores como Amanda Cohn, miembro del panel de expertos, no perdieron la ocasión de tratar el tema de los migrantes que llegan sin estar vacunados al país. “En este momento está claro que los no vacunados están conduciendo un transmisión de COVID en Estados Unidos”.
Sin embargo, el tema del refuerzo tercera dosis de Pfizer, no parece terminar ahí. El panel de especialistas dejó abierta la posibilidad de una tercera reunión para discutir nuevamente el refuerzo de la vacuna en personas mayores de 16 años. Mientras que de este lado del muro, finalmente terminó la vacunación en los estados del norte de México, por lo que ya no habrá más pretextos para reabrir la frontera.