Esta es la historia de Ananda Marchildon, una jovenzuela de 25 años que se quedó sin trabajo tras ser despedida por dos agencias de modelaje. ¿La razón? Se les hizo gorda.
Todo comenzó cuando la modelo holandesa ganó mediante un concurso el título ‘Modelo Revelación’ en el 2008, y se hizo acreedora a un premio de 75 mil euros y a un contrato con dos agencias de modelaje.
Lo malo fue que Ananda sólo recibió 10 mil euros. Bajo el argumento de que la modelo aumentó el tamaño de sus caderas a 94 suculentos centímetros, y por lo tanto era ‘demasiado ancha’, ninguna de las dos agencias decidieron continuar con lo pactado.
Según las agencias, en el contrato estaba estipulado que Marchildon no debía rebasar los 90 centímetros.
Ananda decidió llevar el asunto a juicio y como las niñas buenas y sabrosas siempre triunfan, le ganó el pleito a las agencias. Parte importante para que el juez fallara a favor de la modelo, fue que su defensa presentó documentos en los que se reveló que al momento de ganar el concurso su cadera medía 92 centímetros, y a pesar de eso fue elegida como vencedora.
Esas agencias de modelaje parecen promotoras de anorexia…
¿Aquí sí aplicaría lo de ‘gordibuena’?