Si alguien estuvo en el centro de los medios españoles el año pasado, fue la infanta Cristina y es que la hija del rey Carlos ha estado envuelta en un tremendo lío en el cual hay de todo, amor, corrupción, reyes, princesas y empresarios.
El juez José Castro imputó a la infanta Cristina de Borbón por los delitos de blanqueo de capitales en la gestión y manejo de fondos sospechosos generados por los negocios opacos de su esposo Iñaki Urdangarin y contra Hacienda pública. Según el País, en un auto de 227 folios, el magistrado ha citado a la hija del Monarca español a declarar el próximo 8 de marzo a las 10 de la mañana en Palma de Mallorca.
¿Pero qué es todo lo que está pasando? Bueno, el año pasado incautaron las propiedades del esposo de la infanta, después de alegatos de malversación de millones de euros de fondos públicos entregados al Instituto Nóos, fundación sin ánimo de lucro que dirigiera entonces el yerno del rey.
¿De cuánto estamos hablamos? 7.9 millones de euros (cerca de 140 millones de pesos) y de 12 años en prisión.
Desde el escándalo La Zarzuela (el Palacio en el que actualmente residen los reyes españoles) apartó a Iñaki Urdangarin de sus actividades públicas. Los cargos que el juez José Castro imputó a Urdangarin fueron: malversación, fraude, prevaricación, falsedad y blanqueo de capitales.
Todo esto porque el Instituto Nóos habría desviado fondos públicos que cobró por convenios sucritos por los gobierno de Baleares y la Comunidad Valenciana entre los años 2004 y 2007.
Aquí están el rey Carlos y los duques de Palma de Mallorca, la infanta Cristina y su esposo Iñaki Urdangarin.
El dinero habría ido a parara a una red de empresas privadas que dependían del instituto, en una trama que, presuntamente, fue diseñada por el ex socio de Urdangarin y vicepresidente de la fundación, Diego Torres.
¿Qué se supone que hacía el Instituo Nóos? Al parecer era una entidad sin «ánimo de lucro» que, supuestamente, realizaba investigaciones de interés general sobre las estrategias de mecenazgo y responsabilidad social.
¿Y qué pinta la infata en todo esto? Al parecer, anteriormente ya había sido implicada en declaraciones de Diego Torres, en ellas apuntaba que la Casa Real, sobre todo Cristina, ya sabían de las actividades oscuras del instituto Nóos y apuntó que el rey beneficiaba los negocios de su yerno.
La familia real española.
Pero la infanta ya había sido imputada y salió bien librada el año pasado, este año podría gozar de la misma fortuna quien tiene detrás en su defensa a la Fiscalía Anticorrupción, la Abogacía del Estado, al abogado de Urdangarin y a su propio abogado.
El juez dijo que se necesita investigar para evitar la incógnita sobre su papel y para perpetuar la máxima que reza que «la justicia es para todos». Además, según el juez, hay motivos suficientes para pensar que la infanta sí tenía conocimiento de lo que hacía su marido y decidió callar, pero bueno, esto veremos al final cómo se resuelve.
En fin, esto viene en una época muy difícil para la Corona española, sobre todo después de las «meteduras de pata» del rey Carlos el año pasado. Los españoles no están muy felices, no después de que les tocará algunas de las peores partes de la crisis europea, hablamos de un porcentaje altísimo de desempleo y recortes a la educación y otros ámbitos ¿cómo se seguirá sosteniendo la monarquía española después de esto?
