‘Ya te vas con tus amigotes’, suelen decirnos nuestras novias y esposas cuando nos vamos de parranda con nuestros amigos. Podríamos pensar que quienes tienen problemas con las amistades de sus parejas son precisamente las mujeres, pero ¿qué creen?… es todo lo contrario.
Según una investigación realizada por la Universidad de Cornel, somos los hombres quienes sufrimos si nuestras parejas interactúan “demasiado cerca de nuestras amistades”. Es decir, si nuestros amigos se vuelven sus amigos. ¿Y saben qué es lo peor?, que esta situación repercute en el desempeño sexual masculino.
Madres… ¡por qué no me lo dijeron antes de presentarle mi novia a mis amigos!
Los investigadores del estudio dicen que los espacios compartidos por los hombres con sus amigos y sus parejas (ya sea físicamente o por medio de redes sociales) pueden tener como desenlace la disfunción eréctil.
¡Dios nos libre!
Según la información presentada, son los hombres de mediana edad y los mayores quienes tienden a verse más afectados por esta situación. El fenómeno de que una mujer se lleve mejor con los amigos de su pareja fue apodado “Partner Betweeness”.
El profesor Benjamin Cornwell, quien dirigió la investigación, dijo que “los hombres que experimentan la interacción de su pareja con sus amigos son más propensos a tener problemas para conseguir o mantener una erección, y experimentan dificultad para alcanzar orgasmos durante el sexo”.
Ustedes dirán ¿y qué tiene que ver una cosa con la otra? Pues según el estudio, la interacción pareja-amigos debilita los sentimientos de autonomía y privacidad de los hombres, que son fundamentales para los conceptos tradicionales de masculinidad. Esto conduce a un conflicto de pareja o a tener problemas de satisfacción sexual.
Según los autores, las mujeres ven normal tener cada vez más actividades conjuntas con los amigos de sus hombres. Mientras ellos reducen el contacto con sus amigos, ellas lo incrementan, lo cual altera la agenda social de la pareja.
“La capacidad de un hombre para jugar al golf o tomar unas copas con un amigo que tiene sólo un conocimiento superficial de su esposa o novia es crucial para preservar una cierta independencia en su vida cotidiana”, añadió Cornwell.
Ahora bien, queridos Sopicuates, tampoco se espanten. Para el estudio se analizaron datos de más de 3000 personas de entre 57 y 85 años … osea, con ese margen de edad tampoco esperábamos que los encuestados tuvieran la vitalidad y vigor de un veinteañero. Los resultados fueron publicados en la revista American Journal of Sociology.
El profesor Edward Laumann, de la Universidad de Chicago, quien también participó en el estudio, añadió: “El hombre tiene que tener alguien con quien hablar acerca de las cosas que le importan: su equipo de fútbol, la política, qué coche va a comprar o preocupaciones sobre su salud o su trabajo. Lo importante es que pueda dejar de ver a su pareja para estar con sus amigos y saber que lo que dice no va a ir directamente de vuelta a ella.”
¡Cuánta razón tienes Edward! Si fueras mexicano te propondríamos para presidente. La verdad es que tener nuestro espacio SÍ es necesario.
Y a ustedes, ¿les gusta que su chica interactúe con sus cuates…?
