Csanád Szegedi (no intentes pronunciarlo, te puedes lastimar) era el segundo al mando del partido neonazi de extrema derecha Jobbik en Hungría. Luego descubrió que era judío y ahora trata de observar la Torá y hasta le manda mensajitos de texto a los rabinos. Descubre esta conmovedora historia… y luego lee nuestra nota:
Desde joven, Csanád Szegedi supo muy dentro de su corazón lo que quería ser de grande: un nazi loco. Por eso decidió dar el gran paso de salir del closet de los nazis y unirse a la Guardia Húngara, un grupo de guapos hombres enfundados en amenazantes uniformes negros que caminaban por ahí golpeando judíos y viejitas y esa clase de cosas, siempre con banderas de la Cruz de Flechas, un viejo partido húngaro que apoyó al nazismo durante la Segunda Guerra Mundial.
Lamentablemente, en 2009 la Guardia Húngara se disolvió y todo se volvió oscuro en el horizonte de su desamparada alma. Pero la desgracia no dura para siempre: en 2009 Szegedi se unió al partido Jobbik, la mayor fuerza de ultraderecha en el país.
Sin embargo, en 2012, una inesperada noticia llegó a su vida: sus dos abuelos maternos eran judíos y casi se mueren en campos de concentración. Csanád Szegedi corrió a ver a su abuelita de 94 años, a quien no había tenido mucho tiempo de ver porque… bueno, estaba ocupado planeando el cuarto Reich y cosas así. La señora le contó que en efecto era judía (“Estúpido, ¿nunca me escuchas o qué?” presumiblemente le dijo) y luego le contó cosas de lo más horribles sobre los campos y el nacionalsocialismo. Nuestro protagonista describió así su encuentro para noticias CBN hace unos días:
“Ella se abrió ante mí hablándome de su vida, de cómo fue eviada a Auschwitz y de cómo nuestra familia fue aniquilada. Yo estaba perplejo. En primer lugar, porque eso me hizo darme cuenta de que el Holocausto realmente había ocurrido“
Pobre, pobre Csanád Szegedi, una vida construida en la mentira fue la que le llevó a ser un neonazi desquiciado. Seguramente su estupidez también tuvo que ver, pero, hey, no lo culpen, ¿ustedes sabían que Santa no existía? Bueno, él no sabía que Auschwitz sí.
Como sea, Csanád Szegedi fue a ver al rabino Shlomo Köves, importante miembro de Chabad Lubavitch, organización pro-judía que publica diariamente lindas frases de la Torá, consejos espirituales y recetas kosher. El Rabino afirmó en entrevista para la misma cadena:
“Cuando lo conocí tuve sentimientos encontrados. Por un lado, estaba sentado frente a un miembro del partido Jobbik, que tiene posiciones antisemitas. Pero, por otro lado, estaba también frente a un hombre quebrado que se había dado cuenta de lo que había hecho, que había llegado a un punto en que notaba que debía cambiar, aunque no sabía cómo.”
Así que Csanád Szegedi abandonó a los neonazis, pese al intento del partido de decir que el pasado de su familia no lo determinaba ni evitaba que él pudiera seguir prejuzgando a otros por el pasado de sus familias. No obstante, estos conmovedores intentos de su familia nazi, digo, no evitaron que lo dejara todo para volverse judío.
Ahora aprende hebreo en la sinagoga y estudia el significado de la Torá con un grupo de rabinos que decidieron recibirlo en su seno. Al principio, según contó, fue tratado “como un leproso”, pero después lo aceptaron.
“Esto lo ha cambiado todo. Es como haber renacido y los cambios siguen llegando. Tengo este sistema de valores desde hace 30 años y tengo que admitir que están mal y encontrar el buen camino para cambiarlos.”
Afortunadamente, Csanád Szegedi ha reflexionado profundamente y un día pensó algo así como “Hey, puedo ser un nazi judío, ¿por qué no? No es como que sea una locura…”
Recientemente, afirmó ante un medio alemán:
“He descubierto que puedo reconciliar mi conservadurismo como el húngaro
puroque soy al mismo tiempo que cumplo con el judaismo.”
Sin comentarios…
Vía: RT Noticias, World Jewish Congress