– ¿Realmente la justicia quiere manchar a Lance?
– En el deporte mexicano no pasa nada porque al gobierno no le interesa que pase
– Disfruto mucho el deporte, pero no a costa de la trampa

Un buen amigo me preguntó este fin de semana si no me llamaba la atención lo complicado que está, para pronosticar, el presente torneo mexicano. Le respondí que no pensaba buscar pretextos para enfrentar el enorme ridículo que estoy haciendo en la quiniela de Récord donde, de seguir así, pelearé con Poncho Vera por no “descender”, jaja.

Luego le comenté, a manera de broma, que qué bonitos serían esos días en los que nuestras grandes leyendas, que ahora dirigen (desde la banca o en la oficina) arreglaban algunos “partiditos” que no tenían “la menor importancia”; que los entrenadores se hacían de la vista gorda para que sus muchachos se llevaran una lanita extra. Si así fuera, uno podría encontrar una justificación válida para no exhibir sus tristezas en los pronósticos.

Hablando en serio

O escribiendo en serio, que es lo que hago, hay muchos buenos seguidores que meterían la mano al fuego por sus equipos y hasta por la propia Liga MX (ustedes verán que seguramente me la mentarán buscando esas famosas “pruebas”), lo mismo me pasaba a mí, hasta que con el tiempo y los contactos, me fui dando cuenta que esos tiempos pasados en los que yo moría por mi equipo y por el torneo que peleaba, semana a semana, no fueron mejores.

Hoy, en el mundo se habla de Lance Armstrong y de la terquedad de las autoridades, hasta las de su propio país, por hacerlo quedar mal. Yo no perderé la capacidad de admirarlo por su constancia, pues no hay doping que la genere; por su labor altruista y hasta por sus impresionantes triunfos, claro; pero, de nuevo lo digo, desgraciadamente no metería las manos ni en agüita caliente por defender su inocencia, en los cargos que se le imputan.

Y salté de un tema a otro porque envidio la dureza y limpieza de las autoridades de países desarrollados, incluso las no deportivas, para encontrar y limpiar esas manchas. Aquí cuando uno relata, casi como mera anécdota, alguna “trampita” que le confesaron los propios actores, la Federación te amenaza, te persigue y te veta; muchos aficionados te tachan de simple amarillista y cierta parte del “gremio” te da la espalda.

Señores (señoritas, a las que les guste meterse en este apasionante lodazal), cuando el río suena es que agua lleva y si no nos basta ver las casos (y sus respectivos castigos) que se han abierto en Europa, Canadá y Estados Unidos, por uso de sustancias prohibidas; así como por arreglo de partidos (por apuestas, para evitar el descenso y hasta por venta de franquicias), es que no queremos ver más allá de un gol o una atajada y estamos muy felices con el comentario de aquel comentarista de siempre, que no se compromete porque podría tener que vender su casa en Cuernavaca o Acapulco.

Y no es juzgar a la ligera

Le pasó a Lance, pero en nuestro deporte ha pasado y seguirá pasando, igual que los arreglos, el lavado y la evasión fiscal. Pero a ninguno pretendo juzgar, no es mi chamba ni mi estilo, sólo pretendo que avancemos, pues puliendo nuestros defectos (no sin antes mirarlos y aceptarlos) es cómo podemos mejorar, en el deporte y la vida.

De salida

Apenas la semana pasada platicaba con otro amigo (a Dios gracias tengo algunos) y me confesaba que fue cachirul en sus años mozos y que eso luego le trajo algunos problemillas en su matrimonio; bueno, con asuntos legales generados del mismo. Hoy, ya con todo su papeleo arreglado, se siente libre, mejor ciudadano y listo para ayudar a que otros no caigan en la suciedad de terceros. Mi cuate fue un gran deportista y jamás lo juzgaría por lo que hizo, pero él sabe bien que ni la juventud ni el hambre de triunfo ni el espectáculo que nos brindaba, respaldan la trampa. Hay que aplaudir al deportista que se esfuerza sobre el resto y que se esmera por alegrarnos, pero no a costa de respaldar la deshonestidad.

PD: Un día les compartiré algunos detalles de juegos que “nunca fueron arreglados”. ¿OK?

*** Por: Alejandro Gómez

Apodado el Jefe Gómez, justo por quien le da su nombre a esta página, Alejandro ha participado, durante más de 21 años, en el lanzamiento de empresas, productos y contenidos, ligados al periodismo deportivo.

  • En 1989, participa en el lanzamiento de ABC Radio, la Estación de la Palabra, junto a Antonio Moreno.
  • En 1992, es parte del arranque de Formato 21, estación de noticias de Grupo Radio Centro.
  • En 1993, ingresa a Grupo Reforma como reportero y tiempo más tarde se encarga de la sección deportiva, hoy Cancha. De esa fecha y hasta el 2002, toma parte en la aparición de la página de internet del diario y en el lanzamiento del semanario Señor Futbol.
  • En 2002, es encargado de darle vida al diario deportivo Récord; más tarde a Récord Guadalajara, Récord Monterrey, Revistas Récord, record.com y record.fm.

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Fundé Sopitas como hobby y terminó siendo el trabajo de mis sueños. Emprendedor, amante de la música, los deportes, la comida y tecnología. También comparto rolas, noticias y chisma en programas...

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