Y no, no por el hecho de que nos sentemos a ver a 22 detrás de una pelota. Seguramente eso pensaron, ¿verdad? Pero, no. Esto va más allá de esas frases que luego nuestras novias o amigas nos dicen a menudo.
De acuerdo a un estudio hecho por investigadores de la Escuela Médica de Harvard y de la Universidad de Ludwig-Maximilian en Munich, Alemania, se llegó a la conclusión de que la práctica del balompié, puede llegar a lesionar el cerebro.
¿Cóoomooo?
En primer lugar, estos científicos se hicieron la pregunta ¿a los futbolistas les afecta dar tantos cabezazos durante un partido? y en segundo -para responder el cuestionamiento- emplearon unos tensores de difusión de imagen para comparar los cerebros de doce futbolistas de elite con los de ocho nadadores. ¿Por qué nadadores? la natación es un deporte con baja exposición a los golpes en la cabeza.
Por medio del disfusor de imagen se proporciona información de la difusión de moléculas de agua en el tejido biológico y así se pueden revelar detalles acerca de su arquitectura microscópica. ¿Quiobo?
Si recuerdan sus clases de biología y/o anatomía, la materia blanca del cerebro es la responsable de la transmisión de mensajes entre las neuronas; la difusión de estas moléculas refleja la coherencia, organización y densidad de las fibras, por ende, la técnica del difusor de imagen es altamente sensible a los cambios en la arquitectura microscópica.
¿A qué resultados se llegaron?
Se encontraron diferencias en la materia blanca de varias partes del cerebro responsables de la atención, del procesamiento visual y de la memoria. Los resultados finales se publicaron en la revista Journal of the American Medical Association.
La autora del trabajo, la investigadores Inga K. Koerte, explicó:
En el estudio se incluyeron a personas sin diagnóstico de síntomas de conmoción cerebrla; aun así, se encontraron cambios en el cerebro de los jugadores similares a los que se producen en pacientes con lesiones traumáticas leves.
Sin embargo, el origen de estos cambios en el cerebro todavía no están claros, ya que no sólo el deporte por sí mismo, sino también con otros aspectos como el estilo de vida.
Cuando leí esta nota pensé que era por el equipo al que le voy o por la pasión que le tengo al fucho, pero nooo… va por otro lado.
Bueno, ahora cuando sus novias les digan: “gordo, ya no juegues fut, te puede hacer daño” no crean que les dicen eso para que ya no vean a sus cuates, más bien están viendo pa que no queden igual que Ricardo Peláez.