Dar un beso es mucho más que juntar bocas y compartir babas, de eso nos habla la Filematología, que es considerada como la ciencia del beso.
Por muy #ForeverAlone que seas seguramente alguna vez has dado un beso (los que te da tu mamá o abuelita no cuentan).
Quizá pienses que eso de andar de besucón es algo que no requiere tantas complicaciones. Esta idea es precisamente la que intenta desmentir la Filematología, que es la ciencia dedicada a estudiar las reacciones que se producen en nuestro cuerpo cuando besamos o somos besados. Tras varios años de estudios, se ha llegado a conclusiones muy interesantes, como la posibilidad de poder encontrar a nuestra pareja ideal por medio de besos.
Así, en lugar de andarnos preocupando por checar perfiles y fotos en las redes sociales para ver con quiénes podríamos tener buena química, los especialistas afirman que es mejor besar a cuántas personas sea posible, lo cual es más eficiente y rápido para encontrar a la persona adecuada.
Esto no es algo que en Sopitas.com nos hayamos sacado de la manga para fomentar el libertinaje, al contrario, es una conclusión a la que llegaron un grupo de científicos de la Universidad de Oxford. Según los resultados de su investigación, un beso transmite sonidos, sabores, olores y señales táctiles que influyen en el modo en el que percibimos a la otra persona.
Por medio de un beso, el subconsciente de las mujeres se siente atraído por un sistema inmune distinto al de ellas, el cual identifican por medio del olor del ósculo (así también se le dice a los besos, pa’ que no haya malentendidos).
Si durante el besuqueo la mezcla de ADN no es la correcta, entonces nuestras neuronas empezarán a mandar señales para que nos alejemos.
¿Y cómo le hicieron en la Universidad de Oxford para concluir esto? Pues por medio de una encuesta realizada a 1000 estudiantes universitarios estadounidenses. De ellos, el 59% de los hombres y el 66% de las mujeres afirmaron no sentirse atraídos si el primer beso no había sido cómo pensaron o si había carecido de imaginación.
Y no sólo biológicamente, sino que físicamente, la forma en la que besamos a otra persona también influye para saber si una relación tendrá futuro. Hay bocas que se ajustan sin problemas, de forma perfecta, generalmente esta es la confirmación de que encontraste a una persona compatible para ti.
Cuando la experiencia es completamente contraria, el momento puede ser horrible, algo así:
Para tu buena suerte, uno puede modificar la técnica con la que se besa a los demás, pero para nuestra mala fortuna, no podemos cambiar el proceso biológico que transmitimos durante el beso.
Para aquellas sopicuatas que besan cómo si estuvieran masticando chicle, en las instalaciones de esta redacción podemos enseñarles unas cuantas técnicas. No se preocupen, a veces sí nos lavamos los dientes. Así de buenos somos: