Para los que ya comienzan a ver los estragos de la edad reflejados en la pérdida de su cabellera, últimamente entre los británicos se está poniendo de moda una técnica para disimular la calvicie; sólo hay que contar con 3,200 dólares y soportar millones de piquetes en el coco.
Así es, para lograr un aspecto de “recién rapado” y cubrir la falta de cabello, muchos hombres están recurriendo a tatuarse el pelo; se le conoce como pigmentación del cuero cabelludo y se trata de aplicar diferentes tonos para simular el tamaño y cantidad de los micro cabellos.
Además los felices clientes aseguran que la gente ni siquiera lo nota. Aquí podemos ver al Tío Lucas en medio de su tratamiento:
¿Qué dicen lo harían?