Rara vez (a menos que seas un friki) cuando vemos el juguete de algún personaje animado, nos preguntamos cómo sería su interior anatómicamente hablando. ¿Qué forma tienen en estas caricaturas los órganos, esqueleto, intestinos y demás cosas desagradables que habitualmente poseen los seres vivos?
Para nuestro deleite, hubo quien no sólo se obsesionó con esta idea, sino que además realizó varias esculturas realistas para mostrarnos la anatomía interna de varios personajes y juguetes infantiles. Así, Jason Freeny, artista neoyorquino, elaboró unas serie de obras para ilustrar cómo serían sus entrañas.
Aunque la primera vez que los padres de familia ven estas esculturas se sacan de onda, Freeny dice que la reacción de los niños suele ser diferente:
“Los niños no se asustan con las esculturas, al contrario, ¡están fascinados! Yo creo que este miedo por la anatomía interior es algo aprendido, algo que la sociedad le enseña a los niños en lugar de que sea algo innato”.
Al inicio, por mera diversión este artista hacia ilustraciones con las entrañas de personajes y juguetes, como Mario Bros o los muñecos Lego. Poco a poco fue obsesionándose con sus dibujos, hasta que decidió comenzar a esculpirlos en 3D cuando se mudó a un apartamento en Long Island, donde ahora cuenta con el espacio suficiente para seguir con su locura.
“Me encanta la anatomía. Como artista siempre he sido un gran fan del dibujo de formas orgánicas, debido a sus detalles complejos”.
Al inicio de su proyecto en el 2007, Freeny trabajaba como diseñador en una empresa. A raíz del éxito de su obra ahora se dedica a estas esculturas y a otras manifestaciones artísticas de tiempo completo.
“Empecé dibujando el esqueleto de los personajes. Estaba completamente fascinado por los sistemas óseos grotescos y caricaturizados que mi mente me dictaba. Realmente fue ahí cuando todo despegó”.
De esta manera realiza sus esculturas: primero compra un juguete del personaje elegido (para que el resultado final sea satisfactorio, este muñeco tiene que ser de calidad); después le corta una porción y los huesos y organos internos los esculpe con arcilla; finalmente los pinta con colores realistas.
Freeny acostumbra a trabajar en varias esculturas a la vez, así logra terminar de cuatro a cinco esculturas al mes, las cuales vende como obras de arte en su sitio web.
“Es como un proyecto forense a la inversa. La forma exterior dicta la forma que tendrá el esqueleto. Mickey Mouse, por ejemplo, es un ratón , pero camina en posición vertical, como una persona. Así que su cuerpo, al igual que muchos personajes, termina siendo más la versión de un esqueleto humano pero distorsionado para encajar dentro del personaje. Es un acto de equilibrio”.
Veamos una muestra de su trabajo:
La mayoría de los creadores de estos juguetes y personajes han elogiado el trabajo de Freeny, aunque los equipos creativos de un par de ellos también le han pedido que ya no haga esculturas, pues infringe su propiedad intelectual.
Nahhh ¡A nosotros nos gustaron!
Por cierto, aquí el trabajo de un italiano que tiene más o menos el mismo rollo.