Katy Perry es una de las cantantes más exitosas en los últimos años, siempre excéntrica, de gusto exquisito, empecinada a conseguir lo que quiere. “La hija del diablo”, así llamada por su padre, lleva 5 años en continuo pleito legal, por un convento que compró en 2013, pero que las monjas que viven allí no están dispuestas a conceder a la compositora. Una de ellas, murió en pleno careo, mientras que otra dice que primero muerta antes de cederlo a la reina de las redes sociales, el caso ha tomado tal dimensión, que la monja ha solicitado ayuda del Papa Francisco.

Katy le había echado el ojo  al Convento de las monjas del Inmaculado Corazón de María, un lugar de retiro para curas. La propiedad de 2.000 metros cuadrados situado en Los Ángeles, había sido ofrecido por la arquidiócesis de Los Ángeles, la cantante es una oferta por 14.5 millones de dólares, que pagó en efectivo. La cantante se reunió con las 5 monjas que vivían en el lugar, para convencerlas, se vistió recatada para la ocasión, y les mostró sus tatuajes en los que se lee “Jesús”, me contó que a ella le gustaría vivir ahí con su madre y su abuela.

Las hermanas del corazón de María, no tenía ni idea quién era la interesada en comprar lugar, pero tan pronto googlearon su nombre, dos de ellas pusieron el grito en el cielo y bajaron a toda la corte celestial. Aunque las otras tres monjas estaban de acuerdo con la venta, Rita Callahan y Catherine Rose Holzman, se opusieron tajantemente y ahí empieza la historia.

Tiempo después salió el peine, no era que las hermanas habían asustado con el pudor de la intérprete de “Roar”, sino que ellas ya tenían planeado vendérselo a la restauradora y promotora inmobiliaria, Dana Hollister. quien con una oferta menor a la de la artista, prometió a las monjas que ellas se seguirían encargando de los negocios, sin embargo se rumora, que lo que la promotora de bienes raíces pretende es  convertir el convento en un hotel boutique de lujo.

En 2015, la arquidiócesis denunció a Hollister, quien ya había llevado sus chivas y se empezaba a instalar en el convento. Argumentaron a las autoridades que ellos poseen la propiedad del terreno, además de que en 2005, el Papa Benedicto XVI, les concedió el poder de tomar decisiones sobre la propiedad. Por lo que no dudan en apoyar a la cantante de pop.

Para que las hermanas no se sintieran desprotegidas, la archidiócesis alegó que protegerían a las monjas que residían allí asegurándoles que podrían continuar yendo al lugar de retiro para que posteriormente con el dinero de Perry, se comparara un nuevo edificio.

El convento fue construido en 1927, por el magnate Earle C. Anthony, que vivió allí hasta su muerte en 1961. Entonces pasó a manos del filántropo Daniel Donahue, que vendió la propiedad a las hermanas del Inmaculado Corazón de María por 600 mil dólares. El abogado de Katy, aseguró, que además de tener la ley de su lado, tienen la aprobación de otras dos hermanas que quedan vivas.

Convento de las monjas del Inmaculado Corazón de María
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El juicio para la venta de la propiedad se llevó a cabo en 2016, un tribunal californiano dictaminó que la venta a la restauradora era inválida, por lo que Katy Perry pudo comprar el convento. Pero las hermanas no han soltado prenda, se han aferrado a no cederle la propiedad a la cantante, pues dicen “Sentimos que estamos siendo obligadas a violar nuestros votos religiosos”.

El pasado 9 de marzo una nueva reunión con y de las partes en el Tribunal, Rita Callanan de 80 años y Rose Holzman de 89 años, estaban dispuestas a pelear con uñas y dientes, sin embargo en plena juicio, Holzman perdió el conocimiento y finalmente murió días después.

La muerte de su compañera, motivó a Rita Callanan, a seguir su lucha a pesar de lo que le indican sus amigos y médicos. Esta vez, ha pedido  la intercesión del Papa Francisco en el asunto.

“Me tendrán que matar primero si quieren callarme”, manifestó Callanan, a Fox News, en referencia a la arquidiócesis de Los Ángeles, a quien ella acusa de haber vendido indebidamente la propiedad a la cantante.

“Le estoy pidiendo al papa Francisco que interceda”, explicó la monja, y aseguró que hará todo lo necesario para evitar que Katy Perry se quede con el convento.

Según Callanan, Holzman tuvo tiempo de firmar la misiva enviada al Pontifice, donde le explicaron lo sucedido y acusaron a la arquidiócesis de Los Ángeles ven a cuidar de ellas por el resto de sus días, cómo lo había prometido. “El arzobispo Gómez no nos cumplió su promesa”, denunció la religiosa.

“Él intentó vender nuestro convento sin nuestra aprobación a una persona a la cual no apoyamos. Nosotras no estamos de acuerdo con su estilo de vida, que se ha desviado de la fé” la monja dice que jamás imaginó luchar al final de su vida por “la justicia y para defender lo correcto”.

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Por su parte, oficiales de la arquidiócesis niegan haber roto el acuerdo, ya que según ellos actuaron con el mejor interés de las monjas en mente.

“La principal preocupación de la Archidiócesis de Los Ángeles es, y siempre ha sido, el cuidado y bienestar de todas las hermanas”, dijo Adrian M. Alarcon, director de comunicación de la institución a Fox News.

Si  el Vaticano no  llega a aprobar la negociación, la arquidiócesis estará obligada a devolver el monto adelantado por la estrella estadounidense.

Hasta el momento, ni el Papa, ni Katy Perry se han pronunciado al respecto.

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