China, preparándose para cualquier eventualidad derivada de la gran tensión política que se vive en el Pacífico, ha dejado ver un poco del material bélico que sus mejores ingenieros han preparado a lo largo de los años. Esta es una breve lista de las armas chinas que el pentágono cree que usarán para atacar a Estados Unidos.
Contrario a la mala fama que los chinos tienen de fabricar productos baratos e inservibles, esta nación asiática ha mostrado más de una vez su creciente músculo militar. En esta lista podremos conocer algunas de las cartas que tiene este país para defenderse en caso de algún ataque o, incluso, la capacidad de atacar a un enemigo extranjero.
Desde temibles cambios de tácticas militares, hasta la creación de una mortífera flota de submarinos pequeños, sigilosos y letales, las fuerzas armadas de la República Popular China se han preocupado por mantenerse al mismo nivel que otros poderes militares de occidente.
Estados Unidos no es el único con la carta fuerte en cuanto a drones respecta. China lleva fabricando este tipo de aeronaves no tripuladas de reconocimiento, defensa y ataque desde hace ya varios años. Sus alternativas de bajo costo le ofrecen a la nación oriental la capacidad de fabricar más unidades en menos tiempo, además de poder exportar su tecnología a otros países “incómodos” para el régimen estadounidense.
La guerra del futuro podría librarse entre estos artefactos que, hasta hace algunos años, parecían formar parte del mundo de la ciencia ficción.
Con la producción de los más recientes modelos de helicópteros de combate Z10 y Z19, China se propone como un nuevo jugador en las batallas aéreas y el transporte inmediato de tropas en terrenos difíciles.
Tal y como el sueño que Cartman tuvo durante el episodio “The China Probrem” (temporada 12 de “South Park”) en donde la extrema disciplina y superioridad numérica de los chinos suponen una gran amenaza para los Estados Unidos, el ejército de esta nación ha comenzado a cambiar sus férreas tácticas de combate en favor de un uso más inteligente de la tecnología digital, las armas más modernas y las tácticas especiales para garantizar un total dominio sobre sus enemigos.
Actualmente, las fuerzas armadas chinas son unas de las más numerosas del planeta. Sus elementos activos suman 3 millones de efectivos.
Al igual que nuestro vecino del norte, China ha comenzado una fuerte campaña de vigilancia desde el espacio para ofrecer a sus tropas y vehículos un sistema propio de posicionamiento global con una precisión que cualquier GPS “occidental” envidiaría.
El lanzamiento de distintos satélites y dispositivos espaciales chinos también significan un mayor control del campo de batalla, un mejor espionaje y un monitoreo más estricto sobre su población y la del resto del mundo.
Hoy en día, el sistema de navegación Beidou es el ejemplo más claro de la nueva iniciativa china de controlar lo que sucede en el mundo.
Como la potencia del océano pacífico que es, China le apuesta fuerte a la fabricación y diseño de buques de guerra y portaaviones que podrían ponerse al tú por tú con la marina de los Estados Unidos. La llave para el dominio chino sobre la zona oriental es la hegemonía marítima.
En la imagen se aprecia el portaaviones Liaoning, una de las cartas más fuertes que tiene China para asegurar su poder en la zona que comparte con Rusia, Japón, las dos Coreas y otros países adyacentes.
El Pacífico también es también la entrada ideal para iniciar una invasión a la costa oeste de Estados Unidos y China tiene las llaves.
A pesar de que China aún se queda muy atrás de los submarinos estadounidenses, este país asiático se ha propuesto producir naves más rápidas, letales y sigilosas que sus contrapartes occidentales. La creciente flota de submarinos nucleares y de diesel se traduce en una afrenta directa contra la tecnología naval de Estados Unidos y sus aliados.
Esta incipiente flotilla recuerda a las grandes batallas que surgieron entre los U-Boots alemanes y los submarinos estadounidenses durante la Segunda Guerra Mundial.
El mar y su defensa es prioridad china. Es por esto que este país ha destinado gran parte de su presupuesto militar para hacer crecer su flota en prevención de cualquier ataque. Actualmente, los nuevos modelos recién llegados de los astilleros chinos son seis corbetas armadas con cañones y misiles capaces de interceptar misiles y otras 60 nuevas naves de respuesta inmediata.
China ha manifestado su deseo de construir una flota que pueda defender cada centímetro de sus costas de manera efectiva y mortal.
Ante esta “acupuntura bélica” de China, ¿qué tiene Estados Unidos que decir? Sus aliados en la zona del Pacífico pueden ser cartas útiles en caso de un conflicto que se confía ambas partes buscan evitar a toda costa; sin embargo, el panorama político de la zona y la influencia estadounidense en los países que rodean a la gran mancha roja china podrían ser el caldo de cultivo de una guerra entre las dos naciones más poderosas del planeta.