El piloto mexicano, Sergio Pérez, pende de un hilo para quedarse una temporada más con McLaren y, aunque ya se había dicho que posiblemente estaría a lado de Jenson Button el año entrante, parece que la escudería ya tiene la mira puesta en un joven piloto.
Posiblemente el nombre de Kevin Magnussen no les suene mucho pero es un piloto danés de automovilismo, hijo del piloto retirado, Jan Magnussen. Compite en la Formula Renault 3.5 Series y es miembro del Programa de Jóvenes Pilotos de McLaren, éste sería el hombre que ahora pone a temblar al Checo y en el que Martin Whitmarsh parece tener mucha confianza.
Este año, los resultados no han sido los mejores para el tapatío: se ubica en el décimo segundo puesto con 35 unidades, por debajo de Nico Hulkenberg de Sauber que suma 39 y a varias posiciones de su coequipero, que acumula 60 unidades y se mantiene en el noveno sitio, por lo que el jefe del equipo ya tiene pensado en que Kevin sea una posibilidad para correr en el máximo circuito. A tal grado, que Tom Cary, corresponsal de The Telegraph, da casi por hecho que esto va a suceder.
Se aproxima el final de la campaña, restan por correr dos Grandes Premios. El primero en Austin, el cual puede ser la salvación para el mexicano, ya que ha dicho que en Estados Unidos se siente como en casa, entonces tendría que hacer una buena carrera para poner a pensar al mandamás. Y por último se hará un viaje a Brasil, un lugar en el que Checo no ha tenido mucha suerte.
