Las noticias de la muerte de Kayla, una orca de 30 años, ya comienza a darle la vuelta al mundo y a levantar varias sospechas alrededor del controvertido parque acuático en Orlando. De acuerdo a los reportes, a “la ballena asesina” le dio una enfermedad repentina durante el fin de semana que terminó con su vida. Kayla es la cuarta orca que muere en dos años en alguna de las instalaciones de SeaWorld.
A través de un comunicado, SeaWorld dijo que la causa de muerte de Kayla no será pública hasta que se haga una autopsia y eso podría durar varias semanas.
Kayla the orca died after a life imprisoned at #SeaWorld for the amusement of paying visitors. Wild orcas swim up to 225km a day. Kayla spent 30 years in a barren tank. This is not entertainment, this is not family fun – this is cruelty. #NotEntertainers https://t.co/6p0twXOQ8A
— World Animal Protection (@MoveTheWorld) 29 de enero de 2019
Kayla, con sus 30 añotes cumplidos, era la segunda orca más longeva nacida en cautiverio. Sin embargo, su muerte sí se considera sorpresiva pues las orcas llegan a vivir hasta 80 o 90 años. “Es el equivalente a una mujer de 30 años. Morir a los 30 no es normal”, le decía al Orlando Sentinel la doctora Naomi Rose, una científica especializada en mamíferos acuáticos.
La orca se empezó a sentir mal la tarde del sábado y, en el comunicado, SeaWorld aseguró que le hicieron exámenes físicos al momento. “Desafortunadamente, su condición empeoró durante los próximos dos días (…) y no sobrevivió”, explicaban. Kayla murió en la mañana del lunes, 28 de enero.
En agosto de 2017, SeaWorld San Diego tuvo que eutanizar a Kasatka, una orca de 42 años que tenía enfermedades en los pulmones. Unos meses antes, una cría de tres meses murió por una infección. En enero de ese mismo año, Tilikum —la orca que aparece en el exitoso documental ‘Blackfish’— murió por otra infección pulmonar en las mismas instalaciones. De acuerdo a Buzzfeed News de Estados Unidos, los parques de SeaWorld tienen otras 20 orcas bajo sus cuidados.