A Karime Macías Tubilla, exprimera dama de Veracruz, se le vio por última vez —de manera pública— el pasado 20 de abril en las inmediaciones del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Iba en compañía de sus hijos, de su papá, de su mamá y otros familiares con rumbo a Atlanta para, después, hacer una conexión a Londres. En julio pasado, corrió la noticia de que Macías Tubilla estaba tramitando su divorcio de Javier Duarte de Ochoa, exmandatario veracruzano acusado de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
Tras un silencio de meses, la figura de la autora de la frase “sí merezco abundancia” volvió a ocupar las miradas y las portadas de los periódicos.
De acuerdo con información publicada por el diario Reforma, Karime Macías y Moisés Mansur Cysneiros, señalado como principal prestanombres del exgobernador de Veracruz, han solicitado asilo en el extranjero argumentando “persecución política” en su contra. La expresidenta del DIF en Veracruz es investigada por la Procuraduría General de la República (PGR) por los delitos de enriquecimiento ilícito y lavado; Mansur Cysneiros, por su parte, cuenta con una orden de aprehensión por delincuencia organizada y lavado de dinero.
La información publicada por la prensa indica que la petición de asilo de doña Karime no es nueva: la exprimera dama ha solicitado, desde hace varios meses, la ayuda para ella y sus tres hijos asegurando que se han utilizado a las instituciones encargadas de impartir justicia para tratar de fincarle imputaciones penales que son infundadas. A principios de agosto, la PGR congeló las cuentas de Macías Tubilla así como de 12 familiares y personas cercanas a la pareja. La Fiscalía de Veracruz investiga a la exprimera dama por operaciones inmobiliarias y actividades como persona física en el DIF.
En el caso de Mansur, este solicitó asilo a Canadá, país donde se refugia desde hace año y medio. La situación del testaferros de Duarte de Ochoa es un tanto distinta ya que, a diferencia de Karime, Mansur Cysneiros sí es buscado por la justicia mexicana y tiene en contra una orden de aprehensión. Además de los delitos ya señalados, al presunto prestanombres de Duarte se le achaca un presunto fraude al fisco por más de 12 millones de pesos en el ejercicio 2014.