En la montaña rusa que es la vida, hay veces que Karen se detiene a pensar si esto vale la pena. “Luego me agüita que hacemos una actividad y pocas llegan”. Pero esas mismas reflexiones la llevan a donde inició todo: a Karen Morales le importa, a sus amigas de la Colectiva Bisexualas también y seguramente a más mujeres que están a la espera de compartir su experiencia desde la letra B.

Desde la bisexualidad. Desde esa letra que ha quedado en medio de las luchas de las comunidades LGT+ y que tiene que redoblar esfuerzos entre las mismas y la heteronormatividad para ser visible, para derrumbar todos los tabúes que se construyeron a su alrededor.

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Foto: @ColectivaBisex

Y revelar una de las cosas más bellas que se ha quedado oculta en esas barreras: la potencialidad y el sentido político de la bisexualidad. Al menos, para la joven profesora y comunicóloga eso es parte de la esencia de todos sus esfuerzos para visibilizar la B.

#UnDíaCon: Karen Morales, activista de Colectiva Bisexualas

“Es importante si a nosotras nos importa. Alguien más debe compartir esto. No es un asunto de: ‘Voy a salvar a estas personas’. Al final, esto también me ayuda a sanar, ayudarnos a nosotrxs mismxs, hay muchas cosas que podemos aprender de todo el mundo”, dice Karen Morales, activista y fundadora de la Colectiva Bisexualas en una charla —vía Zoom— con Sopitas.com.

A la distancia, Karen Morales nos recibe con un montón de ideas, certezas y reflexiones sobre la bisexualidad, cómo ha permanecido invisibilizada durante un buen de años —siglos— y de su labor como activista bisexual, que “es una montaña rusa constante”.

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Foto: @krenmf

Porque desde que Karen inició en el activismo, en grupos sáficos —de mujeres de la diversidad que aman, admiran y reivindican su amor y admiración hacia otras—, se dio cuenta que el movimiento bisexual, así solito, sin acompañar otras letras de las comunidades, es relativamente joven.

Y por lo tanto, los esfuerzos para crear una comunidad son un poco más complicados.

Aún así, la activista lo tiene bien claro: “Sí hay una razón para hacer esto, en el loop interminable que es el activismo bisexual”.

El Orgullo

La pandemia de COVID movió la rutina de Karen. Las clases dejaron de ser presenciales. Ella regresó con la familia a Tlaxcala, aunque su activismo no se detuvo.

Hoy por hoy —en el mes del Orgullo LGBT+—, la profesora ha colaborado en actividades para visibilizar la bisexualidad desde mesas de reflexiones, la organización de reuniones y eventos, la redacción de textos y seguirle el paso a otras colectivas.

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“Charla sobre Bisivilidad en Puebla, 2021”. Foto: @ColectivaBisex

“Estar al tanto de cuáles son los diálogos alrededor del Orgullo”. Aunque, ¿cómo fue que Karen Morales llegó hasta aquí?

De Tlaxcala a Puebla

“Me reconozco bi más o menos desde los 12 años, pero sé que lo descubrí un poco antes, aunque a los 12 es cuando conozco la palabra y desde entones yo lo sé en ese término”, nos cuenta la egresada de Comunicación por la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP).

A los 18, Karen Morales salió del clóset con su familia y en la universidad les fue contando poco a poco a sus amigas y amigos de su orientación.

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Foto: @ColectivaBisex

Aunque en su grupo ella no llegó a sentir que embonaba o que estuviera contando, haciendo realmente su historia.

“Siempre tenía la sensación de ser otra escuchando a todo mundo hablar de sus ligues. Cuando yo entraba a la conversación era como hacer siempre un paréntesis, como una vivencia que no era compartida con los demás, aunque no era una experiencia negativa, era extraño”.

Sin embargo, mudarse de Tlaxcala a Puebla sí que fue el primer paso de Karen para acerarse a colectivos LGBT+ y comenzar a compartir sus experiencias.

Nombrarse como mujer bisexual es político

“Hay una serie de vivencias que algunas mujeres sáficas tenemos en común. Algunas descubrimos nuestra propia disidencia sexual mediante el feminismo, los grupos LGBT+ cuando somos jóvenes. Mi vivencia empieza un poco por ahí”, reflexiona la activista para después explicarnos que en esos mismos grupos topó con pared.

Mientras Karen Morales conocía distintas colectivas se dio cuenta que las mismas comunidades arrastraban los tabúes de la heteronorma, la bifobia y discriminación.

“Escuché cuestionamientos, la burla de que era lesbiana, pero que que seguía en el clóset, de que era aliada del patriarcado. Hubo algunos roces de ese tipo por varios años”.

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Foto: @ColectivaBisex-@heyitscarolinas.

Morales persistió y resistió. Y en el camino, desde el feminismo, también se percató de que nombrarse como una mujer bisexual era un acto político.

(Sí, porque nombrarse es una manera de resistir ante la norma hetero y los obstáculos que pone para el libre desarrollo de las mujeres de la diversidad sexual. Porque la bisexualidad —y cualquier disidencia— va más allá de la orientación y atraviesa distintas intersecciones como ser mujer, la sexualidad, las violencias de género y por orientación, la inequidad e invisibilidad).

“El nombrarnos ya es político, sí necesitamos nombrarnos desde la bisexualidad”.

La Colectiva

En 2018, a raíz de una reunión entre las comunidades LGBT+ para organizarse en el mes del Orgullo, Karen Morales inició otro viaje: fundó la Colectiva Bisexualas, luego de percatarse con otras compañeras que debían nombrarse para que fueran reconocidas en los espacios que tomaban.

“El primer tema que nos llamaba era que teníamos que politizar la bisexualidad, aunque de por sí la B ya era bastante política por muchas razones: porque no tenemos grandes teóricas, asociaciones civiles grandes y en las semanas culturales dedicadas a las comunidades LBGT+, siempre faltaba la B. Ahí fue cuando dije: ‘Esto es posible, es necesario’.

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Foto: @ColectivaBisex

La Colectiva Bisexualas ya tiene 4 años. En su organización, actualmente la integran Ámbar, Abigail y Viridiana.

Funciona como un espacio de encuentro entre mujeres. Organiza charlas, reuniones, ciclos de cine y eventos que permiten la visibilización de las mujeres bisexuales, además de luchar por sus derechos.

La potencialidad

“De pronto, con la B el asunto es que nos dicen que somos 50 % lesbianas, 50 % heteros, que nos tiene que gustar todo al mismo nivel, que tenemos que tener la misma cuota de hombres y mujeres o que si nunca has salido con una chava trans, entonces eres transfóbica. Pero no se trata de eso”.

De nueva cuenta, Karen Morales nos habla del desconocimiento que hay entre las personas hetero o de las comunidades LGT+ sobre la bisexualidad y hasta la bifobia.

Para la activista poblana de corazón las mujeres bisexuales no tienen que cumplir con una cuota de género para afirmarse. Tampoco pierden su orientación al estar en una relación lésbica o con un hombre.

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Foto: @ColectivaBisex

La bisexualidad sigue ahí y tiene un potencial sexo-afectivo bastante fuerte.

“Por ejemplo, puedo ser una mujer que me reconozco bisexuala, pero solamente he salido con mujeres, pero igual hay un hombre que me gusta o no he tenido muchas relaciones. Es decir, en la bisexualidad hay muchas combinaciones”.

Y si estas combinaciones llevan a una persona a transicionar hacia el lesbianismo está bien porque “hay un potencial humano en el tema de las relaciones y afectos”.

Si bien cada orientación tiene su potencialidad, la bisexualidad las revela de una manera más contundente, dejando que fluyan.

“Hay casos en que las personas transicionan a partir de la B. Es un asunto que la bisexualidad aporta. Tal vez, a los 17 te nombras bisexual porque entiendes que las relaciones con hombres son forzosas y luego entiendes que las relaciones con mujeres son válidas”, explica Karen.

Una visión integral

Karen Morales considera que una de las luchas que tiene la comunidad bisexual es precisamente sacudirse los estigmas construidos a su alrededor —y reforzados por el Estado.

Por ejemplo, el hecho de ser bisexual es una causal —en Estado de México— de divorcio. Esta causal pone en riesgo los derechos de las personas bisexuales antes estigmas como la infidelidad y hasta la drogadicción.

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Foto: ColectivaBisex

La joven profesora menciona que también hay pendientes en los servicios de salud integral, que las personas bisexuales parecen no existir frente al sistema de salud público o privado —porque o eres hetero o eres lesbiana en las consultas. No hay espacio para una bisexuala.

Otro reto, considera, es lograr que la comunidad se reúna. Que deje de estar dispersa en las otras letras de las comunidades y atienda a su propio llamado.

Tal vez esta sea una de las razones que mantuvo a la bisexualidad por tantos siglos a la sombra. Al menos eso compartió Karen Morales en esta charla sobre la visibilización, que como primer y último mensaje nos deja que visibilizar a la B: “Es importante si a nosotras nos importa. Alguien más debe compartir esto“.

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Hola, soy Lucy Sanabria. Desde 2018 redacto y reporteo para Sopitas.com, con especial entusiasmo en temas de derechos humanos y LGBT+. En 2021 fui parte de la generación de la beca de Periodismo Incluyente...

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