Los problemas diplomáticos continúan entre México y Bolivia, pues este sábado se dieron a conocer nuevas declaraciones de Karen Longaric, canciller boliviana, dirigidas al gobierno de Andrés Manuel López Obrador en medio de la tensión entre ambos países.
Longaric platicó vía telefónica con el periódico español El País, y básicamente pidió a nuestro presidente que deje de meterse en asuntos internos de su nación. Y como argumento para su petición, la canciller se permitió recordarle a todos que su país no es una colonia perteneciente a México.
“Simplemente pedimos al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador que no se inmiscuya más en nuestros asuntos internos y que respete la soberanía boliviana, Bolivia no es una colonia de México. ¿Qué derecho tiene López Obrador a cuestionar las decisiones del pueblo simplemente por su amistad o cercanía ideológica con Evo Morales? Los intereses de Bolivia no pasan por los del presidente de otro país que lo único que quiere en este momento es beneficiar políticamente a su socio, a su acólito.”, fueron los señalamientos de Longaric durante la entrevista.
Anteriormente ya se había dado a conocer la postura de Karen Longaric sobre todo este asunto, pues se reveló que ella considera que el gobierno mexicano tiene como objetivo desestabilizar la administración interina de Jeanine Áñez, con el propósito de ayudar a que el próximo candidato del Movimiento al Socialismo (el partido de Evo Morales) resulte ganador en las próximas elecciones presidenciales de Bolivia.
El inicio del pleito
Toda esta crisis diplomática, como bien sabemos, se derivó luego de que nuestro país denunciara una vigilancia excesiva por parte de las autoridades bolivianas en la embajada de México que se encuentra en su territorio. Respecto a eso, la propia Karen Longaric descartó la posibilidad de que fuera a usarse la fuerza pública para ingresar sin autorización a la embajada, tratando de minimizar las acusaciones mexicanas, las cuales llegarían a la Corte Internacional, según informó Marcelo Ebrard.
Y si nos remontamos un poquito más atrás, toda la fricción comenzó desde que el gobierno mexicano concedió asilo político a Evo Morales por razones humanitarias. En un inicio parecía que se trataba solo de eso, pero durante su primer informe de gobierno, Andrés Manuel López Obrador dejó muy clara su postura al decir que lo de Evo fue un golpe de estado.