ACTUALIZACIÓN: Javier Duarte de Ochoa aceptó este martes 27 de junio la solicitud oficial de extradición a México. “He determinado allanarme para enfrentar lo más pronto posible la justicia. En términos coloquiales, acepto la extradición que el gobierno de la administración actual está haciendo en torno a este caso”, indicó el otrora gobernador de Veracruz durante su segunda audiencia en Guatemala. En dicha ausencia se encuentra Jorge Winckler, fiscal del estado. La extradición de Javidú, no obstante, todavía tendrá que esperar. El próximo 4 de julio, Duarte asistirá a una nueva audiencia en la cual se le informarán sobre las solicitudes de aprehensión obtenidas por autoridades federales. En la audiencia de hoy se le notificaron los delitos que la Fiscalía de Veracruz le imputó al predecesor de Miguel Ángel Yunes Linares.

Duarte de Ochoa calificó como “irrisorias” y “vagas” las acusaciones que la administración del panista Yunes Linares ha realizado en su contra. “Por considerar estas acusaciones infundadas, ligeras, vagas e imprecisas, quiero referirme que el gobierno de Veracruz me acusa y hace uso de recursos, inclusive gastando recursos del erario, con acusaciones irrisorias”. Javidú señaló que los señalamientos por incumplimiento de deber y tráfico de influencias son infundados, porque él ya ni era servidor público cuando se le achacaron estas acusaciones. Además, sobre el supuesto desvío de 220 millones de pesos, el exgobernador señaló que no hubo extracción de dinero público y que él no firmó ninguno de esos oficios ya que como gobernador no estaba facultado para eso. Básicamente le tiró la pelotita a sus secretarios.

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El exgobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, acusado por los delitos de operaciones con recursos de procedencia ilícita y delincuencia organizada, acudió a su segunda audiencia, en medio de fuertes medidas policiacas y penitenciarias, para resolver su extradición a México. Javidú fue detenido en Guatemala el pasado 15 de abril y permanece recluido en la cárcel Matamoros, ubicada al interior de un cuartel militar. A su llegada a la Torre de Tribunales de Guatemala, Duarte de Ochoa lució con menos cabello y una barba más tupida. El exmandatario aseguró, al momento de su arribo, que no lo tratan mal en la prisión donde está internado y que las esposas lo lastiman cuando se las ponen atrás. De acuerdo con distintos medios de comunicación, Duarte se mostró “sonriente” y “con mayor peso corporal”.

Se mostró con un semblante más relajado del que mostró en abril pasado cuando compareció por primera vez. Entonces se mostró molesto y no daba cara a las cámaras. En aquella ocasión, el exgobernador de Veracruz hasta se llevó puesto un zape mientras lo llevaban al Tribunal.

En esta segunda audiencia, el exgobernador veracruzano será notificado de la nueva solicitud de extradición formal del gobierno mexicano además de comunicarle los delitos que pesan en su contra, según esta acusación: incumplimiento de deber legal, tráfico de influencias, abuso de autoridad, peculado y coalición. En una comparecencia realizada el pasado 19 de abril, Javidú rechazó la opción de ser extraditado a nuestro país, aunque luego alegó que podría aceptarla en caso de que conociera primero la solicitud formal del gobierno de México. “No puedo allanarme hasta que llegue la solicitud formal de extradición y que sea evaluada por mi defensoría. Esto no quiere decir que no lo vaya a hacer”, dijo entonces el exmandatario Duarte de Ochoa.

 

De acuerdo con los primeros reportes periodísticos, el titular del Tribunal Tercero de Guatemala rechazó la presencia de Pablo Campuzano, abogado mexicano, en la audiencia de Duarte. ¿Y cuál fue el argumento para negar su participación? De acuerdo con el tribunal guatemalteco, en este tipo de audiencias, sólo litigantes que formen parte del Colegio de Abogados de Guatemala pueden asistir a los acusados o a la Fiscalía.

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