Dese hace muchos años muchos animales, en especial perros, han sido entrenados para ofrecer terapia a los seres humanos asistiéndolos en procesos físicos, mentales, lúdicos e incluso terapéuticos. Gracias a redes sociales hemos visto a caballos que ofrecen equinoterapia, perros de apoyo emocional, perros guía, etc.
¿Qué pasaría si en México utilizáramos la terapia asistida con perros para pacientes, por ejemplo, con Alzheimer, con niños o en entornos hospitalarios en general?
“Juntos es mejor”
Con el objetivo de concientizar y educar sobre los beneficios de la terapia asistida con perros, la marca de productos para mascotas Purina y el Centro de Actividades Asistidas por Caninos (CENATAC) lanzaron en conjunto una iniciativa llamada “Juntos es mejor”.
A la voz de ya, niños y jóvenes estudiantes del Instituto Herbert —especializado en educación especial— así como adultos mayores del Instituto Alzheimer de México reciben terapias asistidas con perros entrenados por la CENATAC.
Pero no es todo, además la primera unidad canina intrahospitalaria que existe en México —integrada por médicos y técnicos profesionales del CENATAC— arrancarán con la iniciativa “Juntos es Mejor Hospitales”.
El fin es impartir terapias con perritos en hospitales para que los pacientes puedan adaptarse fácilmente al entorno hospitalario, para que los familiares tengan una estancia en las salas de espera más confortable y que los perritos sean un apoyo al afrontar el estrés que implica estar en un hospital.
Durante el primer año de la puesta en marcha de esta iniciativa —2020 a 2021— se han realizado 612 intervenciones en niños con discapacidad, 421 en adultos con Alzheimer y 289 en hospitales.
Durante las terapias el perrito se vuelve un vínculo entre el paciente y el profesional que trabaja con él. Vanessa Pallares, directora del CENATAC, explica que muchas veces cuando se trata de niños, por ejemplo, la reacción a ciertos procedimientos puede ser complicada por miedo, ansiedad o estrés.
Los perritos les ayudan a mantenerse tranquilos y a sentirse felices mientras aprenden, hacen su terapia o el procedimiento médico en cuestión. De igual forma, en entornos hospitalarios, los perritos de terapia disminuyen los niveles de estrés en los pacientes, en sus familiares e incluso hasta en el personal médico.
“Los perros se convierten en un motivador, facilitador y estímulo multisensorial capaz de captar la atención y motivación del paciente o alumno, mejorando su cooperación e implicación en el proceso terapéutico o educativo“, afirma.
¿Cómo es un perrito de terapia?
La directora del CENATAC explica que los perritos de terapia tienen que tener ciertas características de comportamiento y no tanto de raza, aunque se sabe que hay ciertas razas que son más aptas para dar terapias que otras.
Por ejemplo, los perros de terapia tienen que se confiables, controlados y controlables, que les guste interactuar con personas que no conocen, que no se pongan nerviosos y que les guste el trato con niños, por ejemplo.
Eso sin mencionar que son seleccionados y educados para participar en las intervenciones asistidas para cooperar con el proceso terapéutico o educativo. De igual manera, mantiene controles veterinarios, desparasitaciones internas y externas, así como un programa de inmunizaciones.
Estos programas de terapias, como lo mencionamos anteriormente, también están dirigidos al personal de salud, por ejemplo, del área COVID. Durante más de un año la pandemia ha puesto al límite al personal sanitario que presenta cuadros depresivos y de ansiedad graves.
Aunque el perro y su manejador no pueden entrar a área COVID por el riesgo de infección, sí están presentes por ejemplo en cambios de turno, en áreas comunes, etc.
¿Cuáles son las ventajas de una terapia asistida con animales?
La directora de marketing en Purina México, Paola Mendoza, resalta que la terapia con perros tiene muchos beneficios en la rehabilitación y aprendizaje ya que ofrece una ayuda fundamental a nivel psicológico, cognitiva y psicomotriz. Además de mejorar la comunicación en la socialización con los pacientes.
Hay estudios que señalan que la terapia con animales, en este caso perros, disminuye la presión arterial, el colesterol e incluso los triglicéridos. Además ayuda con el tratamiento de la ansiedad, tiene beneficios para el desarrollo infantil y aumenta la supervivencia en pacientes con afecciones coronarias.
El objetivo de esta iniciativa es que poco a poco más instituciones y hospitales puedan integrar la terapia asistida con perros a sus programas de rehabilitación o aprendizaje.