La noticia de la masacre en contra de la familia del activista Julián LeBarón ha puesto la atención de los medios y del gobierno de AMLO en las zonas con altos reportes de criminalidad. En el historial de esta familia, hay antecedentes de extorsión y acoso –que enlazan el territorio de Chihuahua con las actividades criminales que han asediado a las comunidades vecinas.
Pese a que es una familia que ha logrado establecerse y prosperar en Chihuahua, el nombre de los LeBarón saltó a los medios de comunicación tras el secuestro de Erick, en 2009 —en medio de la llamada guerra contra el narco.
La familia LeBarón ha sido conocida por su activismo. Ha pugnado para que los gobiernos —de Felipe Calderón, EPN y ahora AMLO— garanticen la seguridad de su comunidad y Julián LeBarón ha marchado con Javier Sicilia por el Movimiento Por la Paz con Justicia y Dignidad. Estos son sus antecedentes.
Familia LeBarón
De acuerdo con la BBC, la familia LeBarón se estableció en nuestro país en 1924, liderada por Alma Dayer LeBarón —quien junto con sus familiares migró de Estados Unidos a México. Se trataba de una familia fundamentalista mormona.
El grupo llegó a prosperar en nuestro país —en el municipio de Galeana, al noroeste de Chihuahua— gracias a la producción de nueces.
Dos de los hijos de Dayer fundaron la iglesia del Primogénito de la Plenitud de los Tiempos y la comunidad permaneció aislada, manteniendo el inglés como su principal idioma Sin embargo, la fragmentación entre los hijos de Dayer —Ervil y Joel— provocó una lucha familiar que llegó a tener antecedentes penales en Estados Unidos.
Los años pasaron y comenzó la incidencia del crimen organizado en las actividades del municipio de Galeana. La actividad llegó hasta la familia LeBarón y en 2009, Erick fue secuestrado.
En aquel momento, la familia LeBarón se negó a pagar el rescate de Erick —por su liberación, un grupo pedía un millón de dólares— y comenzó su protesta contra la inseguridad que se vivía en Chihuahua.
Erick fue liberado pero al poco tiempo su hermano, Bejamín LeBarón y Luis Widmar Stubbs, miembro de la comunidad de mormones, fueron secuestrados y asesinados. Tras la lamentable noticia, se colocaron un par de mantas en las casas de la comunidad para advertir lo siguiente: los jóvenes habían sido asesinados por el activismo de la familia LeBarón.
Julián LeBarón
Después de las agresiones, Julián LeBarón entró en forma como activista de la zona. Julián participó en proyectos como la Primera Cumbre Ciudadana para la Construcción de un México Pacífico y Justo, marchó al lado del poeta Javier Sicilia en demanda para que cesaran las desapariciones y la violencia —durante el gobierno de EPN.
¿Qué pasó después? La comunidad se vio involucrada en enfrentamientos con agricultores locales. ¿La razón? El acceso y uso excesivo de agua. Los agricultores acusaron a la familia LeBarón de restringir el agua y gastar una gran cantidad para la producción de árboles de nogal —este pleito lleva varios años, desde 2013 hasta 2018.
De acuerdo con un reportaje publicado en Aristegui Noticias, el Movimiento In Lak’ech por la Paz A.C —que era coordinado por Emiliano Salinas Occelli, ligado a Keith Raniere— aprovechó para financiar los gastos de Julián en su labor como activista. Sin embargo, el propio LeBarón aclaró al portal que los gastos corrieron para pagar una camioneta de la caravana por La Paz y no percibió recursos.
En este escenario, las autodefensas y la actividad del narco en las sierras de Sonora y Chihuahua, la familia LeBarón ha intentado preservar su seguridad. Sin embargo, poco ha logrado.