En Zimbabue la homosexualidad es ilegal, y una senadora “preocupada” por el respeto a la ley dentro de las penitenciarias ha propuesto repartir juguetes sexuales para evitar que los reos “se hagan homosexuales”.
La legisladora responsable de tal iniciativa, Sithembile Mlotshwa, afirma no estar en contra de la homosexualidad: “No forma parte de nuestra cultura, pero a alguna gente de nuestro país le interesa… Y veo que la mayoría de los casos de homosexualidad surgen en las cárceles y el gobierno no da ningún paso para proponer una alternativa”.
La dinámica sería más o menos la siguiente: se pondrían a disposición de los presos juguetes sexuales y cuando surja el deseo sexual, el ansioso reo saciaría sus instintos en alguna de las habitaciones construidas especialmente para las sesiones.
Cuando dio a conocer su propuesta, ésta fue duramente criticada por sus pares, ya que los problemas económicos en el país africano han hecho que se dirija la vista a otras prioridades: “Cómo les voy a dar juguetes sexuales a los presos si no hay dinero para comida o ropa”, reclamó el secretario de Justicia.
Sin embargo, Mlotshwa cree que la medida no resultaría tan costosa si los custodiados aceptan compartir un juguete sexual para los hombres y otro para las mujeres. “No precisamos dárselos todo el tiempo, sino una vez al mes”, señaló.
Parece que la senadora resolvería el problema de la homosexualidad, -como si tal condición fuera un “problema”… o pudiera “resolverse”-, pero seguro las infecciones estarían a la orden del día.
En África son 38 los países que criminalizan por ley las relaciones entre personas del mismo sexo.
Vía: BBC