Luego de despertar polémicas por no predicar con el ejemplo y no quedarse en casa e, incluso, asistir a un evento masivo, el gobernador de Baja California, Jaime Bonilla, resolvió el asunto al modo de la 4T: con una encuesta.
Mientras se daba el reporte diario del desarrollo de la pandemia (alertando que hay un alza en el número de contagios, por cierto), el gober Bonilla preguntó a la gente que seguía la transmisión en vivo cuál era su opinión respecto a su asistencia al juego de los Dodgers de Los Ángeles. Así de chula quedó la pregunta:
Luego de darse números negativos sobre el COVID-19 y anunciarse nuevas regulaciones para hoteles y restaurantes, el coordinador de Gabinete, Diego Partida, señaló que, tras la difusión de las imágenes de Bonilla en el partido de beis, se procedió a hacer un importantísimo análisis de redes, el cual dio como resultado un arrollador 70-80% de comentarios positivos, siendo el 20% restante comentarios.
“Los comentarios positivos fueron en torno a lo que todo mundo sabemos: que el gobernador no para, trabaja siete días a la semana y todos merecemos un tiempo de relajación… y los negativos, pues obviamente fueron sobre la asistencia al partido en plena pandemia y demás”, dijo el muy lambiscón funcionario…
Pero bueno, en caso de que la gente no creyera el análisis de redes, luego se dieron a conocer los números de la encuesta convocada por el gobernador Bonilla. A la pregunta “El día de ayer el gobernador Jaime Bonilla asistió después de su jornada laboral a un juego de baseball entre Los Padres de San Diego y Los Dodgers de Los Ángeles”, 73% dijo que estuvo bien que se fuera… mientras que 27% señaló que “no debió asistir”.
Números “contundentes” que poco reflejan el sentir de la gente… tomando en cuenta que ni 500 personas contestaron la encuesta. No obstante, Bonilla los usó para presumir cómo supuestamente la gente aplaude su labor como gobernante y pide que ya se tome un descanso.
“Prefiero ir a un juego de beisbol con mi familia a meterme a una cantina (…) aquí no nos andamos escondiendo en clubs privados (…) quedó expuesto a ser criticado. Así es la política”, dijo en respuesta al poco porcentaje de críticas que recibió.
“Fue un juegazo, para los que preguntaron sobre cómo había estado el juego, quedó muy bonito, una jornada preciosa que terminó alrededor de las nueve y media, diez de la noche, si nos hubiera tocado celebrar, hubiéramos estado aplaudiendo”, concluyó el gobernador.
