El nombre de Juan Zepeda no nos decía mucho hasta hace un par de meses. En ese entonces sólo sabíamos que era el candidato del PRD. Y que el PRD estaba en crisis. Que buscaron ir con el PAN y con Morena y que al final se quedaron solitos. Que su papel en la elección iba a ser más bien presencial. Como cuando uno se presenta a un examen para el que no estudió y el cual no va a pasar. Pero aun así se presenta. Inesperadamente todo dio un vuelco de un día para el otro. El abanderado perredista tuvo una participación solvente y memorable en el debate organizado por el periodista Carlos Loret de Mola. Y desde entonces todo fue para arriba. Durante su participación en el encuentro, el candidato rocanrolero tundió a Josefina Vázquez Mota por sus presuntos actos de corrupción y también hizo evidente el desconocimiento que Alfredo del Mazo tiene sobre la entidad que pretende gobernar.
Juan Zepeda afirmó que lo habían asaltado en Nezahualcóyotl en 2011. Del Mazo le contestó que en esa fecha el municipio era gobernado por el PRD. “Qué bueno que te enganchaste, Alfredo, porque en 2011 gobernaba el PRI”, le reviró el candidato perredista. En esa primera participación, sin embargo, Zepeda no atacó a la representante de Morena, Delfina Gómez Álvarez. En abril, mes en que se realizó el debate con Loret de Mola y el primer debate oficial entre los candidatos al gobierno del Edomex, Juan Zepeda fue el candidato que más creció en las preferencias y su papel en la contienda cambió. A diferencia de los otros candidatos, que se enfrascaron mayoritariamente en descalificarse, recitar frases hechas y sacarse trapitos al sol, Zepeda presentó algunas propuestas concretas en el #DebateEdomex. El perredista se comprometió a bajar 30% los niveles de delincuencia en la entidad en dos años.
En el segundo debate, celebrado el pasado 9 de mayo, Juan Zepeda aseguró que no iba a declinar por ninguno de los otros aspirantes a la gubernatura del Estado de México —como algunos analistas preveían— y, ya asentado en el tercer lugar, declaró que “caballo que alcanza gana” y que el “tiro es contra Del Mazo“. Por esos días, Andrés Manuel López Obrador extendió un ultimátum a todos los partidos de izquierda para declinar en favor de la morenista Delfina Gómez. “Serenos, morenos“, les contestó el abanderado del PRD, indicando que no iba a dejar su candidatura para apoyar a la maestra Gómez. Sin embargo, el perredista pidió que, al ser el único candidato que estaba en franco crecimiento, lo mejor era que Delfina declinara por él y que la izquierda —unida— sacara al PRI del Estado de México. En los siguientes días, AMLO lanzó ultimátum tras ultimátum.
En uno de sus discursos, López Obrador incluso lo calificó como “palero de Peña Nieto” y, acto seguido, le pidió declinar por Delfina. El expresidente municipal de Nezahualcóyotl contestó con una carta recordándole a Andrés Manuel que su partido buscó a Morena para ir juntos en el Estado de México y ni siquiera les contestaron. “Me pediste que decline, que de lo contrario sería parte de la mafia del poder. No nos dejas muchas opciones (…) Andrés es momento de hacer una autocrítica y cambiar la forma en que haces política. No todos en México pensamos igual, pero todos necesitamos justicia, seguridad, salud, empleo, en eso si podemos ponernos de acuerdo”.
Hoy, 30 de mayo, Alfredo del Mazo declaró que si gana, podría incorporar a Juan Zepeda a su equipo de trabajo. En febrero, antes de que Zepeda fuera elegido como el candidato del PRD, Javier Salinas, precandidato perredista a la gubernatura del Edomex, acusó a su rival en la contienda interna de recibir financiamiento por parte del priista, Eruviel Ávila, actual gobernador de la entidad, que deseaba tener un “candidato a modo”, “cómplice del gobierno” y que le hiciera el juego al “PRI-gobierno”.