¿Quieren amargarse la hora de la comida? Pues chequen la historia de Iván Altamirano, un joven de Puebla que apareció acusado de secuestro en la autoritaria corte de las redes sociales. La realidad, es que el joven intentó detener un secuestro —qué ironía— y terminó golpeado, ensangrentado, sin celular y acusado de plagio frente a los policías.
El dramón arrancó con un post que decía “este tipo trató de robar a un niño”. Ahí, se veía Iván —aunque nadie sabía su nombre— con la cara ensangrentada después de ser detenido por los vecinos. En el primer comentario de la publicación, bajo su propio perfil de Facebook, Altamirano escribiría “SOY YO EL CHICO DEL VIDEO…”
Ahí, Iván contaría que iba caminando tranquilamente por las calles de Puebla cuando escuchó la desesperación de una mujer que pedía ayuda. La mujer pedía ayuda para detener a un hombre que estaba secuestrando a su hijo. De acuerdo a Iván, cuando alcanzó al hombre, la mujer le dijo que “todo era mentira y que él era su papá”. Tan mentira que la pareja lo acusó a él de intentar secuestrar al niño.
¿Y luego? Pasaría lo mismo que vemos en todos ‘esos’ videos: la multitud lo golpeó hasta sangrar y no lo dejaban explicar qué pasaba.
Al final de la trágica y dolorosa patoaventura, Altamirano asegura que los policías llegaron a la conclusión de todo era una trampa. Según el joven, esta es una manera de atraer una víctima, señalarla como agresor y robarle sus cosas. Solamente que en esta ocasión se les salió de control.
¿Quieren enojarse más?
Tal vez no lo notaron en la primera pasada al video de acá arriba pero vean cómo —en los primeros 10 segundos del video— un par de buenos muchachos se acercan al acusado mientras todos los demás lo están deteniendo. Uno le saca el celular del pantalón y el otro lo empuja para que no pueda acercarse. Al final, los dos asaltantes siguen su camino y no aparecen más en el video.
*Con información de GrupoFórmula y ADN40