En julio de este año, se supo que la empresa Johnson & Johnson estaba condenada a pagar la suma de 4,690 millones de dólares por 22 casos de cáncer de ovario en mujeres que usaron talco, uno de los productos más icónicos de la empresa. En ese entonces, el jurado de Saint Louis, Missouri, ordenó a J&J a remunerar tanto a las mujeres afectadas como a sus familias, las cuales argumentaron que el daño provino por el asbesto que había en los talcos. Sin embargo, también se dio a conocer que Johnson apelaría.
Así se mantuvo esta situación hasta ahora, cuando a seis meses del juicio una investigación realizada por Reuters arrojó que los talcos de Johnson & Johnson en efecto contienen asbesto y no solo eso, sino que la empresa sabía de las cantidades de dicho material desde 1957. De acuerdo a informes internos y otros documentos confidenciales recabados, los ejecutivos de la compañía, científicos, médicos y abogados eran conscientes de la situación y no lo revelaron al público ni a las autoridades.
Otra cosa que también revelaron los documentos, es que la compañía farmacéutica trató de influir en las autoridades para que éstas no limitaran las cantidades de asbesto en el talco. Incluso se encontraron registros de que buscaban “alterar” algunos estudios sobre los efectos del talco en la salud.
Según Reuters, las primeras menciones de talco con asbesto surgieron de unos informes de laboratorio de 1957 y 1958. Posteriormente, en 1976, la FDA (Food And Drug Administration de Estados Unidos) estaba examinando los límites de asbesto en los productos cosméticos y talcos, cuando J&J aseguró que “ninguna cantidad de amianto había sido detectada en ninguna muestra” de sus productos fabricados entre diciembre de 1972 y octubre de 1973. No obstante, al menos tres de los estudios que se realizaron en diferentes laboratorios entre 1972 y 1975 arrojaron que había asbesto en el talco y de hecho, uno de los exámenes arrojó niveles “más que altos” de dicho mineral.
A unas cuantas horas de que Reuters destapara sus hallazgos, las acciones de Johnson & Johnson se desplomaron en Wall Street. Hasta el momento la empresa no ha dicho nada al respecto.
¿Qué es el asbesto?
De acuerdo a la American Cancer Society, el asbesto o amianto está conformado por un grupo de minerales que se dan en forma de fibras. Éstas se encuentran en el suelo y las rocas en muchas partes del mundo, y están hechas de silicio y oxígeno. Existen dos tipos de asbesto: el crisotilo —el más común en aplicaciones industriales—, y el anfíbolas —que tiene forma de agujas rectas—. Ambos están asociados a diferentes tipos de cáncer como el de pulmón, mesotelioma —un tipo de cáncer poco común que afecta los revestimientos finos de los órganos en el pecho y abdomen—, ovárico y de laringe.
El principal problema del asbesto, es que incrementa el riesgo de desarrollar ciertos tipo de cáncer —específicamente los ya mencionados—. Cuando las fibras de asbesto son inhaladas, puede que éstas se peguen a la mucosidad de la garganta, tráquea y bronquios. Si algunas fibras alcanzan el extremo de las vías respiratorias o penetran el revestimiento exterior del pulmón o pared torácica, puede que éstas irriten a las células y por consiguiente se pueda propiciar el cáncer.
Otro problema que puede desarrollarse a causa del asbesto es la asbestosis, una enfermedad pulmonar causada cuando la persona respira altos niveles de asbesto durante mucho tiempo. El problema se nota entre 10 y 20 años tras la exposición inicial, y los síntomas principales pueden ser dificultad para respirar o tos crónica.
Es importante mencionar que aunque la mayor parte de las personas pueden estar expuestas al amianto, puede que nunca desarrollen cáncer mientras que otras, por más mínimo que sea su contacto, resulta suficiente para desarrollar algún tipo de estas enfermedades.
Por otra parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha indicado que no hay un nivel reconocido como “seguro” de exposición al asbesto. Lo que sí, es que el uso de este producto está prohibido desde hace décadas en gran parte del mundo dada su elevada toxicidad.