La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) ya le puso un “estate quieto” a John Ackerman… y el asunto lo ameritaba, pues el académico no tuvo broncas en comparar –así, muy a la ligera–las acciones del narco con las del periodismo.
Por medio de un comunicado, la CNDH le pidió al también presentador de TV UNAM que ya le baje a las descalificaciones contra el periodismo, ya que –según la comisión– sus expresiones “pueden contribuir a agravar las condiciones en las que los y las periodistas desarrollan su trabajo”.
¿Pues ahora qué dijo Ackerman?
Luego del ataque en contra del titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la CDMX (SSC-CDMX), Omar García Harfuch, el académico sintió que era buen momento para lanzarse de nueva cuenta contra el periodismo que últimamente se ha dedicado a sacarle uno que otro asunto. Según Ackerman, los sicarios que atentaron contra García Harfuch, con la “contracara del sicariato mediático”. Ambos, periodismo y narco, “buscan desestabilizar a toda costa”.
Este nada atinado comentario fue hecho por Ackerman ahora que se lo traen en salsa verde, luego que Carlos Loret de Mola dio a conocer que el académico y su esposa y titular de la Secretaría de la Función Pública (SFP), Irma Eréndira Sandoval, han sido opacos en sus declaraciones patrimoniales: mientras ellos dicen que sus bienes ascienden a “sólo” 9 millones de pesos, la investigación de Loret apunta a que en realidad tienen propiedades cuyo valor es de alrededor de 60 millones.
Sea o no sea verdad lo anterior, la CNDH considera que el tuit de Ackerman fue “desafortunado”, por lo que le pidió al académico a “conducirse con civilidad y respeto a los derechos humanos de todas las personas y, en especial, de quienes ejercen el periodismo”.
Para que lo anterior le entre en su cabezota, la CNDH le recordó a Ackerman que periodistas han perdido la vida por el desempeño de su profesión y un elemento que ayuda a que esto no siga ocurriendo es evitar la estigmatización y el descrédito de los profesionales de la comunicación.
“La violencia, impunidad y falta de condiciones de seguridad en diversas regiones del país, es parte del complejo panorama que ellos enfrentan, pero también lo es la estigmatización y el descrédito, factores que inciden en la materialización de todo tipo de agresiones, desde las amenazas hasta el homicidio contra los periodistas y personas defensoras”.
En fin, Ackerman luego matizó, señalando que por “sicariato mediático” él nomás se refiere “a quienes amenazan, insultan, calumnian y ponen en riesgo la vida de funcionarios y comunicadores”… es decir, a Carlos Loret de Mola, a quien acusó de poner en riesgo su integridad al dar a conocer datos privados. Según Ackerman, procederá legalmente contra el periodista.