“Esta lucha también esta dedicadx a todxs los ancentros de mi cultura Wixarika que se quedaron calladxs y nunca pudieron mostrar sus verdaderos colores“. Esta es la frase que le activiste Jobis Shosho utiliza para describir una foto que se tomó en una marcha del orgullo LGBT+.
Su nombre real es Hugo, es integrante de la comunidad wixárika del estado de Jalisco y, como elle misme dice “es mexicana, es prieta, jalisciensa, gay, no binaria e indígena“.
En Sopitas.com nos echamos un cafecito con Jobis para platicar de su lucha y de sus raíces. Entre las cosas que nos contó es que se identifica con un género no binario y que prefiere usar el pronombre ‘elle’, por lo que en adelante lo usaremos también nosotros.
Todas las luchas para todos
Jobis sabe desde siempre que es gay y su familia también. Así como lo cuenta en sus redes sociales, nos explicó que desde muy chiquito era un niño afeminado y aunque en un inicio su mamá le pedía que no se comportara así, ahora entiende que todo lo hacía por protegerlo de lo que pudieran pensar y hacer los demás.
Cuando Jobis salió del closet y se armó de valor para contárselo a su mamá, la respuesta que recibió fue muy amable en comparación de las muchísimas historias que hay dentro de la comunidad LGBT+. Su familia nuclear lo aceptó tal y como es y ahí, justo ahí, comenzó otra lucha muy importante.
Su papá, su mamá, sus hermanos y sus abuelos se encargaron de que nadie de su comunidad le molestara o le agrediera ¿cómo? Aceptándole, respetándole y apoyándole, siempre a su manera.
Jobis nos cuenta que dentro de su comunidad no ha sufrido actos de discriminación como tal, que allá todos se respetan como seres humanos y que incluso muchos lo reconocen tal y como se identifica, situación que no siempre ha sido así al exterior.
Uno de los proyectos que tiene en mente y que estamos seguros que un día se hará realidad es escribir un libro con la historia de todas aquellas personas de su comunidad que en su momento no pudieron ‘salir del closet’ por miedo al estigma y a la discriminación.
“Yo quiero que tengan voz, que las personas conozcan sus historias porque de cierta forma también lucharon aunque nunca lo hicieron público. Me encantaría revivir a tantas personas anónimas que se atrevieron a danzar con sus lentejuelas“, explica.
Indígena y gay: doble orgullo
Una de las luchas más importantes de Jobis es la de hablar, de levantar la voz. Con el objetivo de que más personas conocieran su historia y al vez les sirviera para saber que no estaban solos, Jobis tomó la decisión de incursionar en la creación de contenido para redes sociales.
En su cuenta de Youtube hay varios videos en los que aborda distintos temas y explica cómo empalma su activismo con la defensa de sus derechos como indígena.
“Estoy muy orgullose de mis raíces y nunca las he negado, es por eso que me visto con los trajes de mi comunidad wixarika. Además de estar muy orgullose de ser wixarika y de mis tradiciones y costumbres, también estoy orgullose de ser parte de la comunidad LGBT… por eso mi lucha es doble, que vean que hay personas doblemente diversas, que acá estamos y que también estamos luchando por darnos a conocer”.
Con la voz entrecortada afirma que su objetivo siempre es alzar la voz, contar su experiencia y ayudar a otras personas que tal vez lo necesitan a aceptarse tal y como son y a exigir a las demás personas respeto. Recuerda que su familia está detrás de él aprendiendo y apoyándolo en todos las luchas que ha emprendido con ese objetivo en mente.
Es más, las luchas son muchísimas. Jobis trata de que al interior de su comunidad las personas entiendan la diversidad como tal, pero también trabaja para que las personas de la comunidad LGBT+ entiendan que hay luchas desde todos los contextos y conozcan su cultura, sus tradiciones y sus costumbres.
Y todo eso lo proyecta hacia el resto del mundo sin que se perciban como luchas separadas.
“No quiero dividir, quiero que las personas entiendan que no lucho algunos días como parte de pueblos originarios y luego otros como gay, siempre se lucha por las dos cosas porque dentro de la comunidad indígena habemos personas diversas. Por eso siempre utilizo los trajes wixarikas y porto la bandera LGBT+ con mucho orgullo. Mis luchas van juntas, nunca separadas.
Y algo que le emociona mucho es que más personas estén alzando la voz por las diversidades diversas. Recuerda que en años pasados, en la marcha pride de Guadalajara, le tocó marchar como indígena diverso junto con otra persona en el mismo contexto y ya. Pero este año, poco a poco, se ha encontrado a más personas marchando y representando con orgullo a los pueblos originarios.
Esta foto, por ejemplo, fue tomada en la marcha del Orgullo en Nayarit.
En un inicio su activismo estaba vivo en redes sociales, compartiendo experiencias, consejos e información sobre su cultura, pero ya se extrapoló a otros lugares. Muy emocionado nos cuenta que está trabajando de la mano con organizaciones internacionales que caminan de la mano con personas diversas de varios países en el mundo.
La motivación es seguir en la lucha, tener más representación, seguir hablando de sus raíces…