¿Será que Jesús Murillo Karam se nos va a poner malito en caso de que lo vinculen a proceso y, como ya casi es tradición, vaya directo a un hospital (o, por qué no, a prisión domiciliaria)? Hagan la quiniela, porque los malpensados diiiiiiiicen que se están moviendo las fichas para que así sea.

Un juez federal ordenó a las autoridades tomar todas las medidas necesarias para que el exprocurador general de la República, Jesús Murillo Karam, tenga garantizada su salud. Además, pidió evitar (mejor dicho, está prohibido) cualquier acto que pudiera implicar la incomunicación del exfuncionario infamemente célebre por decir “Ya Me Cansé”.

FOTO: RODOLFO ANGULO /CUARTOSCURO.COM

¿Pues eso de garantizar la salud no sería obligación con cualquier preso? Pues, en teoría… sin embargo, aún así se tramitó una demanda de garantías en favor de Murillo Karam y dicho trámite fue aceptado, con la intención de conservar la vida y salud del exprocurador. Sobre todo, en el contexto de la cada vez más olvidada (que no ausente) pandemia del COVID-19: hacer lo necesario para evitar que Murillo se contagie.

De acuerdo con el documento publicado por el Consejo de la Judicatura Federal en su sección “Reportes”, la orden del juez señala que las autoridades del reclusorio deberán “ser respetuosas de la dignidad y de los derechos humanos” de Murillo Karam y, en lo relativo a evitar actos de incomunicación, “permitir el acceso de familiares, abogados y/o autorizados”. En resumen: “prevenir cualquier acto tendente a menoscabar su esfera personal”.

Las medidas para cumplir lo anterior deberán acatarse en un plazo máximo de 24 horas, señala la orden del juez. Además, se solicita que en el mismo plazo se le indique a Murillo Karam el motivo por el que se encuentra privado de su libertad y no sólo eso: también se ordena “remitir las constancias con las que se acredite su dicho”.

De no cumplir las órdenes del juez, las autoridades tendrán serán objeto de una buena multa… y, además, “se dará vista al agente del ministerio público de la adscripción por desacato a un mandamiento judicial”.

El exprocurador Jesús Murillo Karam fue detenido el pasado viernes en las afueras de su domicilio. Es acusado de fabricar la llamada “verdad histórica” del caso Ayotzinapa, lo cual implica haber cometido actos de tortura, desaparición forzada y delitos contra la administración de justicia.

En su primera audiencia ante un juez, la defensa del exprocurador mencionó los problemas de salud de su cliente. Aún así, el juez le dictó prisión preventiva por riesgo de fuga, ya que no tiene arraigo en la CDMX y posee los recursos para pelarse lejos… tan lejos como lo permite el tener un patrimonio calculado en 84 millones de pesos.

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