“Hechos como estos no son aislados. La sierra tarahumara, como muchas otras regiones del país, enfrenta condiciones de violencia y olvido que no han sido revertidas”. Estas palabras son de la comunidad jesuita en México, tras el asesinato de dos sacerdotes jesuitas y un civil dentro de la iglesia de Cerocahui, Chihuahua.
Los jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar fueron asesinados la tarde del 20 de junio en esta iglesia ubicada en el municipio de Urique, al intentar impedir la agresión de un sicario contra un civil.
Este 21 de junio, esta lamentable noticia —reflejo del alcance de la violencia del crimen organizado en la vida cotidiana— llegó a la mañanera, ahí AMLO explicó que las autoridades ya tenían información de los presuntos agresores.
Asesinan a dos jesuitas en iglesia de Cerocahui, Chihuahua
Lo que se sabe del caso es que la tarde del 20 de junio un hombre entró a la iglesia de Cerocahui para refugiarse de un sicario que lo perseguía.
Pero, estar dentro de la iglesia no impidió que el civil fuera asesinado. Tampoco detuvo al sicario en la agresión contra los jesuitas Javier Campos y Joaquín César Mora, quienes intentaron disuadirlo.
La crueldad de este caso no quedó ahí. La comunidad jesuita en México denunció que los cuerpos de los sacerdotes fueron desaparecidos —se los llevó el sicario junto con un grupo de personas armadas.
“Los jesuitas no callaremos”
La madrugada del 21 de junio, la periodista Marcela Turati compartió el mensaje de un sacerdote desde Creel, quien señaló al crimen organizado como el autor del asesinato de los jesuitas y un civil —además de mencionar a un sujeto identificado como el Chueco, líder de un grupo relacionado con Los Salazar, este último involucrado en el asesinato de la periodista Miroslava Breach.
Periodistas y organizaciones civiles se sumaron a la voz de los jesuitas en México para exigir justicia y que las autoridades encuentren a los sacerdotes.
Mientras, Jesuitas México enfatizó que este caso no es aislado y que en la Sierra Tarahumara se padece del olvido de las autoridades, aún así, dijeron seguir comprometidos con su labor.
“Los jesuitas de México no callaremos ante la realidad que lacera a toda la sociedad. Seguiremos presentes y trabajando por la misión de justicia, reconciliación y paz a través de nuestras obras pastorales, educativas y sociales”.