En las desgracias es cuando se da a conocer la verdadera cara de la gente: muchos apoyan económicamente, otras con su mano de obra y otras… pues agarran lo que pueden. Tal es el caso de Joaquín Téllez Álamo, jefe de Protección Civil de Cabo San Lucas, uno de los lugares en los que más se resintieron los estragos que causo el paso del Huracán “Odile”.
Después de que mucha gente aprovechó la incertidumbre que dejó el fenómeno meteorológico para saquear cuanta tienda se les atravesó, las autoridades revisaron las cámaras de seguridad de algunos establecimientos y con ello consiguieron la identificación y aprehensión de nueve gandallitas… uno de ellos nada menos que el coordinador de Protección Civil local.
Al llegar a casa del susodicho, las autoridades se encontraron con la novedad de que Téllez Álamo convirtió su domicilio en un pseudo-centro de acopio, ya que en él encontraron gran cantidad de productos… y ni pudo argumentar el acusado que era para repartir a los damnificados, ya que entre las cosas que tomó de los establecimientos saqueados se encontraban artículos que no son precisamente de primera necesidad: una motocicleta, bombas para inflar, andaderas, llantas, una sandwichera, reproductores de DVD, una parrilla eléctrica, hornos de microondas, bocinas, máquinas pulidoras, un hornito eléctrico, una bicicleta para niña… y muchos, muchos más.
Por lo anterior, el funcionario fue presentado ante el agente del Ministerio Público del Fuero Común, según informó la Procuraduría General de Justicia de Baja California. A los otros ocho “colegas” de Téllez también se les encontró mercancía. Hasta el momento son 42 personas las que han sido detenidas acusadas de los saqueos a tiendas de autoservicio.
