Por la mañana les comentábamos sobre la cuenta regresiva sobre la que se balanceaba Javier Duarte, gobernador con licencia de Veracruz y prófugo de la ley —o viceversa—, ya que la Comisión Nacional de Justicia Partidaria del PRI realizaba los preparativos para expulsarlo de sus filas. Pues ya es oficial: el político calificado en alguna ocasión por el presidente Enrique Peña Nieto como uno de los nuevos rostros del partido, ya fue echado del mismo.
El mandatario con licencia había sido citado por la Comisión de Justicia del PRI para que rindiera su declaración a las 13:00 hrs, pero ni pista de Javidú. Los priistas, bien preparados, ya habían adelantado que se presentara o no, ellos realizarían un pronunciamiento sobre el caso. “Ya no es miembro de nuestro partido”, indicó el senador del PRI por Jalisco, Arturo Zamora.
¿Hubiera estado bueno que se deslindaran de él cuando estaba en funciones, no? De acuerdo con lo expuesto en la conferencia, la Comisión del PRI decidió “de manera unánime” expulsar al gobernador con licencia de Veracruz. Zamora, incluso, aseguró que su expulsión sienta un “precedente moderno” (cualquier cosa que eso signifique).
¿No les decepciona un poco el desenlace de esta historia? ¿Acaso no esperaban que Duarte saliera de su escondite —o en su caso regresara al país— para defender su honor partidario? ¿Están tan sorprendidos como nosotros por la ausencia del mandatario con licencia? De acuerdo con los argumentos para dar de baja a Duarte, la falta de probidad en el ejercicio de la función pública fue determinante. Si así está la vara con la que van a medir, ¿con cuántos miembros de la clase política nos quedaríamos?
Al final del día, Duarte ya no es un priista —aunque lo fue mientras llevó a cabo todas sus movidas— y se le dará de baja del patrón de militancia. ¿Y eso de qué sirve ahora? Pareciera que sólo para lavarse las manos y buscar quedar bien ante la opinión pública. Apenas el pasado 27 de septiembre el PRI suspendió los derechos partidarios de Javier Duarte. El gobernador con licencia es imputado por los delitos de delincuencia organizada y desvío de recursos.