Las imágenes de Javier Duarte siendo zapeado, tumbado al interior de una camioneta, “bailando” Payaso de Rodeo o esbozando sonrisas socarronas han inundado las redes sociales y los medios de comunicación durante los últimos días. La novela en que se ha convertido el proceso de extradición del exgobernador de Veracruz ha sumado nuevos capítulos a su saga con cada día que pasa. Ayer, por ejemplo, se manejó la versión de que Karime Macías, exprimera dama de esa entidad y esposa de Duarte de Ochoa, había partido con rumbo a Europa —en compañía de sus hijos y otros familiares—. Desde Guatemala, Colombia o la Ciudad de México. Todas las versiones sobre la partida de Macías tienen un origen distinto, aunque el destino siempre es el mismo: Londres, Inglaterra.
Este viernes 21 de abril surgió más información del caso Duarte: José Juan Janeiro Rodríguez, quien presuntamente era el contador encargado de las inversiones de compra-venta de inmuebles y supuesto testaferro de Javidú, declaró en España, ante la Procuraduría General de la República (PGR), que Karime Macías sí formaba parte de la red de corrupción que llevó a cabo desvío de recursos en Veracruz. De acuerdo con el periódico El Universal, esta información se encuentra en un documento que la PGR le entregó a las autoridades para lograr la detención provisional con fines de extradición a México. La comparecencia del contador Janeiro Rodríguez era para “señalara de manera clara y precisa datos y hechos que involucran en forma directa a Javier Duarte de Ochoa , y la esposa de este, Karime Macías Tubillas, en la obtención de recursos del gobierno de Veracruz para su beneficio“.
Este viernes, también, Javier Nava Soria, contador de Duarte de Ochoa, rechazó la extradición inmediata a México. El colaborador duartista detenido el pasado miércoles 19 de abril en Barcelona, España, abrió así un proceso que se podría alargar por meses. Sobre el contador pesan acusaciones por los delitos de operaciones con recursos de procedencia ilícita y delincuencia organizada. Y en la que podría ser por sí misma la nota idiota del día: los diputados del Partido Revolucionario Institucional (PRI) dan largas y evitan desaforar a su compañero, el legislador priista Tarek Abdala, quien es ligado por la misma PGR a la red de corrupción de Javier Duarte. El extesorero de Duarte de Ochoa podría librarla toda vez que el PRI tiene mayoría en San Lázaro. A pesar de la importancia del asunto, pareciera que para los legisladores no es una prioridad, ya que no han llamado a sesionar al respecto.
El diputado Abdala fue inhabilitado por diez años en Veracruz por el desvío de 300 millones de pesos. Durante la audiencia de Duarte, Tarek Abdala fue señalado como el funcionario encargado de pedirle a las Secretarías locales de Salud, Desarrollo Agropecuario y Educación que regresaran su presupuesto a Hacienda para asignar esa lana a otros destinos.