Durante la mañana y tarde de este viernes, Jalisco registró una ola de violencia que ha dejado como saldo un helicóptero militar derribado, arterias y salidas de Guadalajara y Puerto Vallarta bloqueadas por caminos en llamas, 16 gasolineras incendiadas, siete personas fallecidas, 15 heridas y 15 detenidas.
El comercio y tránsito se paralizó en al menos 20 municipios del estado y diversos bloqueos, planeados con antelación, fueron colocados estratégicamente en las salidas de las ciudades.
Estos hechos coinciden con la implementación de la “Operación Jalisco”, un plan del gobierno federal para atacar al crimen organizado en aquel estado y en Colima que contempla un fortalecimiento de la Secretaría de la Defensa y de la Marina, así como de la policía federal y del Cisen en ambas entidades.
El día de ayer, el gobernador de la entidad, Aristóteles Sandoval, anunció la entrada en vigor de la estrategia, al tiempo que se anunciaba la detención de 10 miembros del Cártel de Jalisco Nueva Generación.
No cabe duda, la violencia registrada en Jalisco es una respuesta por parte del crimen organizado a la puesta en marcha de la “Operación Jalisco”. Para comprender el contexto de estos hechos, sus implicaciones y su relación con otros más registrados recientemente en el país, entrevistamos al Dr. Francisco Rivas, director del Observatorio Nacional Ciudadano, organización civil que vigila y analiza de cerca los fenómenos relacionados con seguridad, justicia y legalidad en el país.
1. Plumas Atómicas: ¿Qué nos puede decir sobre los antecedentes de los hechos ocurridos esta mañana en Jalisco?
Francisco Rivas: Como vimos ayer, se lanzó el mensaje de que el gobierno de Jalisco, en coordinación con el gobierno federal, pondría en marcha un operativo para disminuir el número de delitos y la presencia criminal en la entidad. Este es el antecedente directo. Sin embargo, previo a todo esto hay un aumento en el número de delitos cometidos contra servidores públicos, que demuestra el poder que ha adquirido el Cártel de Jalisco Nueva Generación.
2. PA: ¿Cuáles son los motivos que desataron los hechos violentos registrados hoy y cuál es su relación con la “Operación Jalisco” que a partir del día de ayer comenzó a implementar el gobierno mexicano?
FR: Indudablemente lo que estamos viendo es un desafío al Estado Mexicano. Puede que los hechos estén directamente conectados con una forma de respuesta para manifestar que el poder no está siendo ejercido por la autoridad establecida sino por los criminales.
En el último año, nosotros [el Observatorio Nacional Ciudadano] hemos venido avisando que Jalisco sufre una descomposición. No en términos del número de incidencia delictiva reportada, pues como demuestran nuestros reportes, el estado no ha mostrado una alza significativa en el número de delitos de alto impacto. Sin embargo, lo que sí podemos ver es que las características violentas de los delitos ha ido aumentando de una manera que sí es significativa. Matan a jefes de policía, a elementos de seguridad, a diputados y altos servidores públicos, lo que nos habla de un abierto desafío al Estado que tenemos que frenar de alguna manera.
3. PA: ¿Qué puede decir sobre las respuestas que han dado el gobierno de Jalisco y el federal?
FR: Este evento agarró a las autoridades “con los dedos en la puerta”, es decir, las tomó por sorpresa. Claramente no esperaban esta respuesta tan contundente de la criminalidad, esta acción, hay que decirlo, tan bien organizada por parte de los delincuentes. El número de bloqueos es impresionante, el que hayan derribado un helicóptero es impactante.
El Estado mexicano debe dar una respuesta que vaya mucho más allá de lo que ha ofrecido hasta este momento en conferencia el gobernador de Jalisco. Debe organizarse para que, liderados por el gobernador, los tres órdenes de gobierno presenten una respuesta en conjunto.
Lo que hoy les falló fue la inteligencia, porque no pudieron prever que iba a suceder todo esto. Necesitamos que en un futuro se ponga mucha más atención a la información para detectar lo que se está gestando y dónde están los focos de atención. El objetivo número uno que deben tener la autoridades es garantizar la vida de los ciudadanos.
4. PA: ¿Hay una relación entre los hechos de hoy en Jalisco y los registrados recientemente en Reynosa?
FR: No creo, no me parece que pueda establecerse una relación directa. Podríamos decir, por otro lado, que lo que hay de común entre los dos hechos es que tenemos un Estado mexicano que nuevamente tiene que enfrentar este tipo de desafíos que se habían presentado principalmente en la administración pasada.
Recordemos que durante el sexenio pasado hechos así se vivieron, no en una, sino en varias ocasiones. Si hoy vuelven a presentarse es porque, a raíz de este ejercicio que hace el gobierno de combatir a la delincuencia organizada, ha habido un reajuste del poderío de los cárteles. Hoy, el Cártel de Jalisco Nueva Generación asume una nueva fuerza y manda un mensaje sobre su poder en el control de la zona, como han hecho Los Zetas y otros grupos en Tamaulipas.
5. PA: Si estos hechos son un desafío al Estado mexicano, ¿cómo luce la estrategia de Seguridad que anunciara el presidente Peña Nieto?
FR: Desafortunadamente, lo que hemos visto en cuanto a la manera en la que el Estado mexicano está dando respuesta a la problemática de seguridad no es plenamente efectivo. Principalmente se repite algo que ya vimos como una falla estructural desde el sexenio pasado. Se “echa la carne al asadero” por la federación y poco se hace por fortalecer las entidades.
El modelo normativo que se viene presentando este sexenio en materia de seguridad es el de la estrategia implementada en Michoacán, que tiene claroscuros importantes y que nosotros, como sociedad civil y desde el Observatorio Nacional Ciudadano calificamos como negativa, pues viola el estado de derecho, viola la norma y manda la señal de que el gobierno está dispuesto a romper las normas cuando le conviene. No podemos repetir el ejercicio de Michoacán, pero éste parece ir en la misma línea: la de no integrar a la autoridades locales.
El gobernador institucional del estado fue elegido para proveer seguridad a los ciudadanos y, si no puede con ese papel, debe asumir las consecuencias. Por supuesto, debe haber cooperación con la Federación y sus instituciones, pero el liderazgo se debe llevar desde los estados.
PA: ¿Hablamos de un centralismo en la estrategia de seguridad que causa insuficiencia?
FR: Justamente eso es lo que hemos visto, al menos en los últimos ocho años.
6. PA: ¿Cuáles son la actividades del Cártel de Jalisco Nueva Generación?, ¿es el narcotráfico el problema?
FR: Indudablemente, entre los problemas se cuenta el narcotráfico. Desafortunadamente, los grupos delincuenciales se han vuelto más amplios en la acción, sobre todo a raíz de que los Estados Unidos han blindando con mayor fuerza sus fronteras, frustrando el tráfico de drogas hacia ese país. Esto ha hecho que lo que estábamos acostumbrados a pensar como “los cárteles de la droga” cambien hacia la distribución local, a mantener redes de narcomenudeo, pero también a la comisión de otros delitos como la extorsión, el secuestro, el robo de combustibles, el robo de energía, etc.
7. PA: ¿Qué podemos esperar en el corto plazo por parte de la autoridad?
FR: Es difícil señalar lo que podemos esperar. Sin embargo, lo que debemos esperar es una respuesta contundente a la que se sumen todos los actores sociales. Cabe también un llamado a la sociedad civil a crear un frente común con el Estado mexicano, porque esto nos afecta a todos. No por no estar en Jalisco, por dedicarnos a otra actividad o por tener la sensación de que no nos encontramos en estos contextos podemos sentirnos ajenos a lo que viven nuestro hermanos en Jalisco, en Tamaulipas, en Michoacán, en Veracruz , en Tabasco o en Sinaloa. Es importante que reconozcamos que estos problemas de seguridad son de todos los mexicanos.
8. PA: ¿Hay una relación entre estos hechos y el proceso electoral?
FR: No creo que esté directamente conectado, pero no podemos descartarlo. Debemos tener mucho cuidado de que no se usen los procesos para establecer un juego electorero, para regatear la seguridad. Debemos ser muy claros y exigir que no se use lo que haga el Estado mexicano frente a estos grupos como moneda de campaña.
9. PA: ¿Hay propuestas de los candidatos en torno a los problemas de seguridad?
FR: Lamentablemente, el tema de seguridad siempre es dejado en la más amplia vaguedad por parte de los candidatos. No he visto una sola propuesta contundente o relevante de ninguno de ellos en materia de seguridad.
10. PA: ¿Qué puede decir a los lectores y a la ciudadanía en general?
FR: Que es importante que se tenga en consideración que toda vez que los ciudadanos no respetamos e infringimos la norma o realizamos alguna actividad que pueda estar relacionada con un grupo criminal, como la compra de un producto pirata, estamos abriendo la puerta a situaciones como las que vive Jalisco en este momento. Los ciudadanos somos responsables, ésta no es sólo una tarea del gobierno, sino de todos.