Aunque no tiene la mínima intención de participar en la Cumbre de la COP26 que se celebra en Escocia, el presidente de Brasil se dará su vuelta por Europa (de hecho, ya está allá), específicamente en Italia, donde un pequeño poblado lo reconocerá como “ciudadano honorario”.
Desde hace días las autoridades de Anguillara Veneta, una pequeña ciudad ubicada al norte de Italia, anunciaron el reconocimiento al presidente brasileño. Quien sabe qué tanto ayude esto a la popularidad de Bolsonaro, ya que dicha ciudad está ligada al partido de ultraderecha, Liga Norte.
Como sea, desde que se anunció que Bolsonaro sería designado “ciudadano honorario”, las protestas y polémicas no han cesado en tierras italianas. De hecho, según reportan medios brasileños, este 1 de noviembre la ciudad de Anguillara Veneta amaneció blindada para recibir al mandatario brasileño.
¿Por qué homenajean a Bolsonaro en Italia?
Buena pregunta… y la respuesta no tiene que ver con algún logro del presidente brasileño, como muchos de sus seguidores quieren aparentar. Nop. Bolsonaro será condecorado por el simple hecho de haber nacido. Bueno, en realidad por ser pariente de sus parientes, valga la redundancia.
El reconocimiento a Bolsonaro es “un homenaje a los italianos que partieron para Brasil, una homenaje a los orígenes venetas del presidente”, justificó la prefecta de la ciudad italiana, Alessandra Buoso.
Según medios internacionales que se han dedicado a rascarle tantito a las raíces de Jair Bolsonaro, la familia de éste emigró de Italia a Brasil a finales del siglo XIX. Los primeros Bolsonaro eran originarios de Anguillara Veneta. Y ya, en memoria de este hecho el mandatario brasileño será reconocido.
Aunque la Cumbre del G20 se realizó en Roma y Bolsonaro se hizo presente en la capital italiana, ni siquiera echó un ojo a ver de qué se hablaba. Según periodistas brasileños, sólo ocupó un poco de tiempo para reunirse con los directores de la OCDE y de la OMS. De ahí en fuera, se dedicó a turistear por la Fontana de Trevi y el Castel Sant’Angelo.
Se supone que estará presente en la localidad de Pistoia (centro de Italia), donde se realizará una ceremonia en memoria de los 500 brasileños que murieron en la Segunda Guerra Mundial. Ahí muy posiblemente comparta espacio con el líder ultraderechista, Matteo Salvini.
Luego de lo anterior, ahora sí, se moverá para Anguillara Veneta, donde se espera que la situación se ponga algo tensa. Nomás para darnos una idea, medios reportan que las paredes de la sede del Ayuntamiento amanecieron cubiertas de estiércol. Muy bien recibido, pues como que no.
