Suponemos que, ya que no le dieron chance de quedarse más tiempo en el poder, Jaime Bonilla está pisando el acelerador y por eso no pasa un día sin que sepamos de él. Lo malo es que casi nunca es por cuestiones positivas…
Ya que no tuvo suficiente con las críticas por la bronca que se trae con la alcaldesa de Tecate, el gobernador de Baja California se fue a buscar más problemas. Ahora de tipo federal, ya que nomás porque sí, a Bonilla se le ocurrió que sería buena idea apropiarse de un tramo carretero y, con ello, suprimir el cobro de peaje a automovilistas y residentes.
En un acto que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes califica como “improvisado”, Jaime Bonilla anunció que el gobierno de Baja California tomará control del tramo carretero de la autopista Tijuana-Ensenada correspondiente a la plaza “Playas de Tijuana”.
Con lo anterior, Bonilla también señaló que “por decreto” dará el control de la caseta a la Fiscalía General del Estado y a la policía municipal de Tijuana. A partir de ahora, en teoría, esos organismos se encargarán de la seguridad y mantenimiento del tramo carretero referido, así como el de la caseta.
La respuesta de la SCT
Por medio de un comunicado, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) señaló que el supuesto “decreto” de Bonilla (el cual todavía no es publicado) viola la Constitución, así como otras leyes federales.
“Otorgar concesiones y permisos, para explotar, construir y operar carreteras federales y autopistas; así como vigilar técnicamente su funcionamiento, operación y el cumplimiento de las disposiciones legales respectivas” son atribuciones del Ejecutivo federal por conducto de la SCT, explica el comunicado.
De acuerdo con la dependencia, Caminos y Puentes Federales (CAPUFE), como encargada de la administración y operación del tramo carretero que Bonilla se agenció, ya prepara las acciones correspondientes… tanto para tomar nuevamente el control, como para ver qué castigo merece por los daños que haya causado la interrupción y deterioro de los servicios.