El sismo del 19 de septiembre ha destapado varias irregularidades y realidades en la Ciudad de México. Los casos de negligencia por parte de las autoridades se cuentan por racimos. El colegio Rébsamen, el Residencial San José, el helipuerto en la Hipódromo Condesa, el edificio de departamentos en la calle de Bretaña, el desplome de los puentes en el Tec de Monterrey Campus Ciudad de México, son sólo algunos ejemplos que evidencian la corrupción que impera en la capital. Entre tanta información, algunas otras situaciones, como la que se vive en Iztapalapa, han pasado de largo por los medios de comunicación.
La delegación más poblada de la capital fue fuertemente sacudida y afectada por el temblor de magnitud 7.1. Al histórico desabasto de agua en esta demarcación, se suman montones de otras carencias.
Lectura. Con peras y manzanas: la corrupción tras el temblor
De acuerdo con cifras proporcionadas por Dione Anguiano, delegada de Iztapalapa, este territorio fue el más afectado en la CDMX. Para dimensionar la tragedia, acá hay algunos números: 150 mil personas resultaron damnificadas por el sismo, 12 mil 500 viviendas quedaron dañadas —4 mil 500 tendrán que ser demolidas—, 127 escuelas fueron afectadas, 75% de los iztapalapenses no tienen acceso a agua, además se reporta la presencia de 125 socavones.
“Vivimos una situación de emergencia porque en cuestión de segundos miles de personas perdieron su vivienda, su patrimonio; se trata de la gente de menores recursos en la ciudad, por lo que necesitamos que los apoyos locales y federales fluyan”, relató Anguiano al periódico La Jornada.
Los mayores problemas, según la delegada, se concentran en las colonias Cerro del Peñón, Santa Martha Acatitla, El Molino, Concordia, Ejército de Oriente y Morelos. En el Cerro de la Estrella se acusa la mayor escasez de agua. El caso más emblemático de la devastación en Iztapalapa fue el derrumbe de un edificio ubicado en Paseo de la Galias, en la colonia Lomas Estrella, donde al menos tres personas perdieron la vida.
