El gobierno de AMLO tiene pendiente dar un reporte más completo de lo que sucedió en Jalisco y Guanajuato. Sin embargo, por lo pronto, Enrique Alfaro salió a informar un par de detalles sobre el operativo en Ixtlahuacán del Río —llevado a cabo por la Sedena—, que originó los bloqueos e incendios en estos estados.
Es seguro que ya vieron la noticia: incendios en tiendas ubicadas en municipios como Irapuato y Celaya, en Guanajuato, o bloqueos en la zona metropolitana de Guadalajara.
El operativo en Ixtlahuacán del Río
De acuerdo con AMLO, esta ola de violencia en Jalisco y Guanajuato fue consecuencia de la detención de presuntos líderes del crimen.
En la mañanera de este 10 de agosto el presidente explicó que Sedena llegó con un operativo, irrumpiendo en una reunión de grupos delincuenciales.
Y se supone que por la detención de estos presuntos líderes, se desató la violencia en las calles.
Aunque ahora sabemos de manera oficial que todo comenzó en Ixtlahuacán del Río, Jalisco, con un operativo de la Sedena (Secretaría de Defensa Nacional).
Ponchallantas, vehículos quemados y cinco detenidos
“Lo de ayer fue producto de un operativo que Fuerzas Federales realizaron en el municipio de Ixtlahuacán del Río para enfrentar a grupos de la delincuencia organizada”, dijo Alfaro en un mensaje en redes.
Los bloqueos, de acuerdo con la versión de Alfaro, fueron para evitar que los refuerzos de la Sedena pudieran llegar a la zona del operativo, bloqueando las salidas de la ciudad.
Con este plan, quemaron tres camiones, dos vehículos particulares, un camión de refrescos y una tienda de autoservicios en la zona metropolitana de Guadalajara.
Aunque hay más: en las entradas de Ixtlahuacán del Río siete vehículos fueron quemados y también se encontraron ponchallantas.
En medio de toda la respuesta violenta en Jalisco, cinco personas fueron detenidas, un presunto delincuente fue abatido y fueron decomisadas 31 armas largas, cuatro ametralladoras, un arma corta, nueve vehículos y un vehículo monstruo o de blindaje artesanal.
