¿Recuerdan ese capítulo en el que Homero amenaza con quitarle el número a su casa para que el banco no la encuentre?
Bien, pues el día de hoy mientras que los representantes de la Comisión Federal de Competencia (CFC) intentaban notificar su resolución sobre la inversión de 1,600 millones de dólares de Televisa para hacerse de 50% de sus acciones, Iusacell decidió cerrar sus oficinas y hasta, según un testimonio
cambiar el número de la oficina de 460 a 409 para que no pudieramos encontrarlo…
Los representates de la CFC intentaban entregar el fallo sobre la controversia de compra en el edificio de Grupo Salinas ubicado en la calle Montes Urales.
Y, según información publicada por CNN, durante la entrega de la resolución, en la que se informaba a Iusacell si se acepta o no la venta de la mitad de sus acciones a Televisa, “los representantes fueron empujados, golpeados y maltratados”.
Depués del forcejeo y la presión de la prensa lograron entrar un par de empleados de la CFC a las instalaciones de Grupo Salinas en donde se negaron a recibir la notificación.
Finalmente, los representantes lograron salir del edificio tras haber comunicado el fallo y por la tarde, Iusacell dio a conocer que la CFC había rechazado el acuerdo de compra de la mitad de sus acciones por Televisa.
Sí, estas cosas sólo pasan en México… o en los Simpsons.