Tres ciudadanos italianos, provenientes de Nápoles, desaparecieron el pasado 31 de enero. El municipio de Tecalitlán, Jalisco fue el último lugar donde se les vio. De acuerdo con Roberto López Lara, secretario general de gobierno de esa entidad, Rafaelle Russo, Antonio Russo y Vincenzo Cimmino habían llegado a México hace algunos meses y apenas tenían algunos días en Ciudad Guzmán para llevar a cabo “actividades comerciales” (venta de generadores eléctricos).
Lo último que supieron los familiares de los desaparecidos, gracias al GPS de un automóvil rentado, fue que habían sido detenidos por la policía en la carretera de Tecalitlán con dirección a Jilotlán de los Dolores. De acuerdo con la Fiscalía General de Jalisco, los agentes entregaron a los tres ciudadanos italianos a un grupo del crimen organizado.
El hijo de una de las víctimas aseguró que la policía mexicana había vendido a los napolitanos por “43 euros de mierda“. Cuatro policías, entre ellos una mujer, fueron detenidos en México acusados de la desaparición.
Italia pide una “urgente solución” para el caso
El gobierno de Italia solicitó este miércoles 28 de febrero, a través de Angelino Alfano, su ministro de Relaciones Exteriores, una “urgente solución” para este caso. En una conversación telefónica, Alfano comunicó a su homólogo mexicano, Luis Videgaray Caso, la “fuerte preocupación” de su país por la desaparición de tres de sus ciudadanos. “Manifesté al colega el deseo de que nuestros compatriotas sean rápidamente encontrados y que los responsables de ese crimen sean entregados a la justicia”, señaló el funcionario italiano.
“El ministro Videgaray me aseguró que para el gobierno de México es una prioridad encontrar a nuestros compatriotas así como para garantizar plena justicia para los involucrados“, prosiguió Alfano. En otra parte de su comunicado, el ministro europeo mencionó que la “fiscalía mexicana” continúa investigando el caso para identificar a los responsables del delito y que ordenó la detención del jefe de la policía municipal, quien presuntamente era el encargado de darle las órdenes a sus subalternos. “Me aseguraron que el gobierno y las autoridades judiciales harán todo para resolver el caso”, remató.