Donald J. Trump, presidente de Estados Unidos, reconoció la ciudad de Jerusalén como capital de Israel el pasado 6 de diciembre. En una conferencia de prensa, el mandatario confirmó la decisión de trasladar su embajada en ese país desde Tel Aviv al territorio en disputa. La decisión fue reprobada por Mahmud Abbas, líder de la Autoridad Palestina, y otros representantes de la comunidad árabe. Estados Unidos se convirtió así en la primera nación en reconocer a Jerusalén como la capital israelí.
El 21 de diciembre, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) votó un proyecto de rechazo contra el posicionamiento estadounidense: 128 países, de los 193 que conforman la asamblea, se mostraron en contra de la decisión de Trump. Otras 34 naciones, entre las que se encuentra México, se abstuvieron debido a las amenazas que profirió el magnate.
A pesar de la resolución de la ONU, se prevé que el gobierno de Trump mantenga su decisión y continúe con sus planes para mover su embajada a Jerusalén. Este miércoles 27 de diciembre, Israel Katz, ministro de transporte de Israel, indicó que una futura estación de tren podría llevar el nombre de Donald Trump, después de la posición que el político republicano ha promovido en las últimas semanas.
Por si fuera poco, dicho tren de alta velocidad forma parte de un polémico proyecto que busca conectar Tel Aviv y Jerusalén vía subterránea y que todavía no ha sido aprobado. Para echarle más leña al fuego, la parada del transporte, dijo Katz, se encontraría cerca del Muro de los Lamentos, en la Ciudad Vieja de Jerusalén, el área donde los palestinos quieren que se ubique su capital.
“Decidí dar un nombre a la estación del Muro de los Lamentos (…) después de la valiente e histórica decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de reconocer a Jerusalén como la capital de los judíos y del Estado de Israel”, señaló el ministro de transporte en un comunicado. El mensaje del funcionario israelí fue condenado casi de manera inmediata por líderes palestinos. “El gobierno extremista israelí está intentando una carrera contrarreloj para imponer hechos en la ciudad de Jerusalén”, mencionó un miembro del comité ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina.
