¿Esto parece un trabajo para la vieja confiable? Un momento complicado para Israel. Este jueves, sus autoridades acusaron formalmente a Benjamin Netanyahu, el primer ministro, de recibir sobornos, de corrupción y hasta de fraude. En su defensa, el controvertido político negó los señalamientos y acusó que todo esto se trata de “un golpe de Estado”.
Lo que sí es que problemas le están llegando hasta el cuello: la fiscalía general de Israel presentó esta tarde tres investigaciones distintas en contra de Netanyahu.
En uno de los casos lo señalan por hacerle favores a una gigantesca compañía mediática para recibir cobertura favorable en la prensa y en otro lo acusan de aceptar millonarios regalos a cambio de echarle la mano a sus compadres empresarios. El tercero, el más grave, es una investigación de cohecho: lo señalan por controlar a los medios de comunicación y dañar a quienes fueran críticos de su gobierno.
“El cumplimiento de la ley no es una elección. No es un asunto de derechas o izquierdas”, señalaba el fiscal general que presentó la denuncia contra Netanyahu.
La defensa de Benjamín
Netanyahu apareció en un mensaje televisado y apeló a la demagogia característica de tantos gobernantes alrededor del mundo.
Dijo que todas las acusaciones eran un intento de golpe de Estado y mencionó que el proceso estaba contaminado. Se aventó el clásico choro de que es una persecución personal que nada tiene con la verdad y finalmente le hizo un llamado a los ciudadanos que lo apoyan: “investiguen a los investigadores”.
La Fiscalía israelí acusa a Netanyahu de fraude, cohecho y abuso de confianza https://t.co/s9JRp0JYHJ pic.twitter.com/UbCraVaLWP
— EFE Noticias (@EFEnoticias) November 21, 2019
Eso sí, dijo que no va a renunciar pues no está obligado a hacerlo.
*Con información de BBC