El próximo 31 de agosto las Islas Marietas reabrirán su acceso al público, luego que fueran cerradas para su conservación y restauración en mayo pasado.

La Comisión Nacional de las Áreas Naturales Protegidas anunció hace tres meses el cierre indefinido de este paradisiaco destino turístico, debido a que presentaba graves afectaciones en los ecosistemas submarinos.

En ese entonces, la Semarnat se dio a la tarea de emitir un comunicado explicando la problemática:

“La contaminación causada por residuos de combustibles y aceites, basura y desperdicios, aunado a la extracción de fragmentos de coral, crustáceos y moluscos por parte de los visitantes y pescadores ilegales, están ya ocasionando daños graves a los corales”

Pues bien, llegó la hora de reabrir la ‘playa del amor’

La Conanp dio a conocer que en este periodo de inactividad turística la zona logró un avance del 50 por ciento en la restauración de los arrecifes, por lo que se autoriza nuevamente el acceso a visitantes pero con sus respectivas restricciones.

 

 

Las islas reabrirán pero habrá nuevas restricciones:

  • Acceso controlado de grupos de máximo 15 personas, solo cuando la marea esté baja
  • Solo una embarcación estará autorizada a ingresar a la zona, mediante un carril delimitado con boyas
  • Cada grupo dispondrá de 30 minutos para hacer su recorrido
  • Los visitantes deberán usar de manera obligatoria casco y chaleco salvavidas
  • Ya no se permitirá el uso de visores, snorkels ni aletas
  • Se permitirá un acceso máximo de 116 visitantes por día
  • La zona permanecerá cerrada dos días a la semana para labores de mantenimiento (esto será los lunes y martes)

 

¿Por qué es tan importante este sitio a nivel ecológico?

El Parque Nacional Islas Marietas fue designado así en 2005 y cuenta con casi 1400 hectáreas de territorio, mismo que sirve como refugio, hogar y zona de reproducción de por lo menos 92 especies acuáticas y subacuáticas.

El lugar también alberga las mayores colonias de varios tipos de aves; como la golondrina marina gorriblanca, la golondrina marina collareja, así como las poblaciones más grandes del Oceáno Pacífico de la gaviota reidora y el pájaro bobo café.

Si se dan una vuelta, también podría toparse con el legendario pájaro bobo de patas azules.

 

 

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