Mientras que en algunos países tener familiares en el gobierno es tomado como escudo de impunidad (¿verdad, Luis Miranda?), en otros, es el gobierno el que espera que los cercanos a cualquier funcionario muestren honestidad y rectitud. De no hacerlo, nada de “¡y yo qué chingados!, ¿cómo voy a saber lo que tiene mi hermana y mi cuñado?” Aunque represente un duro golpe para la estabilidad del país, el presidente de Islandia aceptó disolver el parlamento y convocar a elecciones anticipadas, luego que el primer ministro, Bjarni Benediktsson, estuviera envuelto en un escándalo de corrupción y deshonestidad… bueno, ni siquiera él, fue su padre.
The restoration of honour, the role of the father of #Iceland PM Bjarni Benediktsson explained #IAFLRKV #BrightFuture #ChildAbuse #FamilyLaw pic.twitter.com/l2rYaS54Bj
— IAFL (@IAFL_FamLaw) 15 de septiembre de 2017
Pero vamos por partes…
En Islandia existe la figura jurídica de “restauración del honor”, la cual consiste en limpiar el historial de un condenado por delito de gravedad. Esto sólo se consigue al presentar una carta de recomendación escrita por algún amigo y, bueno, a Benedikt Sveinsson, padre del primer ministro islandés, se le hizo fácil escribirle una a su amigo Hjalti Sigurjón Hauksson, lo cual muchos no verían tan mal. El detalle está en el delito por el cual Hauksson estuvo preso durante cinco años, por el abuso sexual de una menor. Es decir, recomendó eliminar los antecedentes de un pedófilo. Lo anterior llegó a oídos del primer ministro islandés quien, sabedor de que pedir la restitución de alguien que abusó sexualmente no sería para nada bien visto, intervino para ocultar quién escribió la recomendación para Hauksson. Pero le salió peor: tras un recurso de libertad de información, se reveló que Benedikt Sveinsson, su padre, pidió limpiar el historial del agresor sexual.
Iceland’s PM Bjarni Benediktsson resigns, new election expected on November 4https://t.co/hunagaVmW2
— The Indian Express (@IndianExpress) 16 de septiembre de 2017
Tras este escándalo, Bjort Framtid (Futuro Brillante), el partido con el que el gobierno de Islandia había hecho coalición, anunció que rompería vínculos con el poder, ya que lo hecho por el primer ministro Bjarni Benediktsson, además de ser una “grave quiebra de confianza”, también era completamente contrario a sus principios. “La corrupción y la deshonestidad son completamente increíbles”, expresó el representante del partido que, en las pasadas elecciones obtuvo 7% de los votos, los cuales le hicieron ocupar cuatro diputaciones de 63 posibles. Sólo cuatro pero muy valiosas, ya que el rompimiento de la alianza significa la caída del gobierno islandés. “Hemos perdido la mayoría y no veo nada que indique que podamos recuperarla. (…). Voy a pedir elecciones”, señaló Benediktsson en una muestra de vergüenza que ya quisiéramos ver en… no sé, quizás México.
Pero por qué… si la ley concedió la restitución del honor al pedófilo, ¿por qué renunciar? La Constitución lo avala…
Ah, pues es que Benediktsson no es como Ochoa Reza y sabe que, a veces, no porque la ley lo diga está bien. Usando el sentido común, el primer ministro de Islandia señala que lo que su padre hizo, en efecto, fue “derecho”… pero no por ello justo: “lo que hemos aprendido es que las leyes sobre esta materia (abuso sexual) están completamente desajustadas con los valores modernos. Nosotros, los que trabajamos en el Parlamento, hemos fracasado”.
La caída del actual gobierno islandés se da sólo nueve meses después de que fue instaurado luego de que su predecesor tuvo la misma suerte, aunque por el caso de los “Panamá Papers”. No son pocos los especialistas que señalan que la corrupción está invadiendo la tranquila Islandia pero mientras no la toleren, están salvados. Las próximas elecciones serán el 24 de octubre.
