Hay quienes usan los dedos para sacarse un moco, manejar un smartphone, registrar su entrada y salida a la chamba, hacer feliz a la novia o hacer señas obscenas.
Sin embargo, Iris Scott le dio un uso menos convencional a sus dedos y los emplea para crear autenticas obras de arte. En el 2009, esta artista decidió hacer una pausa en las pinturas que venía realizando con ayuda de pinceles y comenzó a experimentar con nuevas técnicas.
Jamás imaginó que usar los dedos como instrumento cambiaría el curso de su carrera artística y le daría a sus pinturas un toque impresionista. Con este estilo se siente tan cómoda, que desde entonces no ha vuelto a usar pinceles y sus obras están presentes en galerías como la Adelman Fine Art en San Diego y la Cole Gallery de Seattle.
Veamos un poco de su obra:
Impresionantes ¿no?
Aquí podemos ver la forma en la que trabaja:
Para más información sobre Iris Scott, visita su sitio web o su perfil de Facebook.
Y como dice Bob Ross, ¡Felices trazos!