Ha sido considerado como un crimen contra los y las pacientes de COVID-19. El incendio que se registró tras la explosión en el área de cuidados intensivos del hospital Ibn Al-Khatib, en Bagdad, Irak, dejó al menos 82 muertos y más de cien personas heridas —lo que desencadenó la indignación de la población y la suspensión del ministro de Salud mientras se lleva a cabo una investigación sobre este accidente.
El fin de semana pasado —la noche del 24 de abril—, decenas de familiares de pacientes con COVID-19 se convirtieron en sus salvadores luego de una explosión en el área de cuidados intensivos, donde estaban almacenados varios tanques de oxígeno sin contar con las medidas de seguridad necesarias.
The fire caused many of the oxygen tanks designated to support the #COVID19 patients in the hospital to explode. #Baghdad so far dozens of victims have been reported. pic.twitter.com/OAC8Jt3jq3
— Steven Nabil (@thestevennabil) April 24, 2021
Al igual que los y las familiares, el Ejército y los servicios de Emergencia de Irak se movilizaron para contener las llamas y rescatar a los pacientes internados en este hospital, que lamentablemente dejó un saldo de más cien personas heridas y 82 muertos.
Incendio en un hospital COVID en Bagdad, Irak
Ahora, el gobierno de Irak investiga este caso —presionado también por la población que acusa negligencia— que involucra el deficiente sistema de salud público y la corrupción que han complicado la respuesta de las autoridades ante la emergencia sanitaria que representa la pandemia de COVID-19.
Todo comenzó porque unos tanques de oxígeno no estaban resguardados con las medidas de seguridad necesarias y la explosión desencadenó el incendio, que se extendió por el hospital de Bagdad —una de las tantas cosas que han definido a este accidente como una tragedia es el hecho de que el incendio consumió los plafones del área donde estaban los pacientes conectados a ventiladores.
De acuerdo con el Ejército de Irak, este hospital no contaba con un protocolo o sistema de protección contra incendios y esto se vio reflejado en la manera en que se consumieron los techos —de plafón— y cómo propiciaron la propagación de las llamas en todas las unidades del Ibn Al-Khatib.
Las imágenes de este incendio dieron la vuelta al mundo y mientras la población de Bagdad, los y las familiares despiden a los pacientes que fallecieron en esta tragedia, el primer ministro de Irak suspendió al ministro de Salud Hasan Tamimi para que coopere con la investigación al igual que otros funcionarios de Salud.