¿Quién quiere un iPhone 8 cuando hay un iPhone X a la vuelta de la esquina? Sí, es la pregunta que muchos nos hemos hecho en los últimos días y es que la lógica dicta que no tendría mucho sentido anunciar un producto, cualquiera que este sea, para minutos después ofrecer uno que en apariencia luce mucho mejor, ¿cierto?
Apple tuvo la valentía de dejarme probar el iPhone 8 y un iPhone 8 plus durante los días previos a su lanzamiento para que pudiera vivir de primera mano lo que el nuevo modelo tiene que ofrecer y déjenme decirles que ¡estamos equivocados!
A primera vista el diseño del iPhone 8 y iPhone 8 Plus no ofrece un cambio significativo con respecto a sus antecesores, pero bien dicen por ahí que lo que importa es lo de adentro y es ahí donde uno puede percatarse del poderío que ofrecen estos dispositivos.
Comenzaré con lo más básico, que es la pantalla: mucho más brillante y con mucho más color, pero sobre todo con la característica True Tone que le permite ajustar automáticamente el brillo, dependiendo de la intensidad de la luz en donde estés.
El procesador A11 Bionic, permite que el desempeño del nuevo sistema operativo iOS11 sea implacable al momento de integrar nuevas herramientas, como la personalización del centro de control, el menú de notificaciones y por supuesto, la posibilidad de poner el dispositivo en modo manejo, con lo que el teléfono detecta cuando estás manejando, bloqueando cualquier tipo de notificación que te pueda distraer mientras estás al volante y avisando a las personas que te están buscando, que tan pronto termines tu viaje, podrás contactarlos.
Lo mismo ocurre al momento de sincronizar cualquier otro dispositivo Apple asociado con nuestra cuenta personal, pues lo que suponía ser un trámite que necesitaba de varios minutos, con el iPhone 8 y iOS11 se realiza de forma casi automática.
Y es que el procesador A11 ha sido presentado por Apple como el más potente de toda la historia, lo que aumenta considerablemente el rendimiento del teléfono, mientras que en la parte trasera podemos notar el principal cambio en el diseño, en donde la firma de Cupertino cambió el aluminio por una placa de cristal de alto impacto, lo que permite que el iPhone 8 y iPhone 8 Plus sean compatibles con los sistemas de carga inalámbrica Qi.
Eso sí, el iPhone 8 y iPhone 8 plus son un poco más pesados que los modelos actuales, pero creanme que los gramos extras son más que merecidos, sobre todo en el iPhone 8 Plus, que vuelve con la doble cámara y con un estudio de herramientas que mejoran al máximo la experiencia de los retratos con la simulación de diversos sistemas de iluminación que nos permiten jugar con las fotografías al momento de tomarlas y de editarlas.
En cuanto a video, el iPhone 8 y iPhone 8 plus, graban video 4k, a 60 cuadros por segundo y a 1080p en 240 cuadros por segundo, lo que aumenta exponencialmente la calidad de cualquier video tomado en cámara lenta.
Y si hablamos de la cámara y las posibilidades que ofrece el iPhone 8 y iPhone 8 Plus, entonces tenemos que hablar de la realidad aumentada, cuyas bondades podemos disfrutar desde ya en los desarrollos llevados a cabo por estudios de videojuegos como el de The Walking Dead, la generación de gifs con Giphy World o incluso, IKEA que tal vez tenga la mejor aplicación de realidad aumentada, permitiendo visualizar cómo se vería nuestra casa u oficina con diversos muebles de su catálogo.
Ahora bien, a estas alturas podría apostar a que muchos están preguntando sobre la batería, y he de decir que en los primeros días de uso el desempeño de la batería ha sido implacable, permitiéndome trabajar, escuchar música, contestar e-mails, intercambiar whatsapps infinitos y tomar toda clase de fotos y videos en la pelea del ‘Canelo’ Álvarez, sin tener que recargarlo una sola vez.
Además, el iOS 11 ofrece la posibilidad de poner activar el “ahorro de energía” del teléfono de modo manual desde el panel de control.
Así que en efecto, mi veredicto es: el iPhone 8 y iPhone 8 Plus son todo lo que necesitas. La mejoría en su desempeño es sustancial y las posibilidades que abre en cuanto a interconexión y desarrollo de nuevas herramientas son infinitas. Por si fuera poco, si te pones a hacer cuentas, todo por el mismo precio que hasta hace unos días, costaba el iPhone 7.
Así que si se preguntaban, ¿vale la pena comprar un iPhone 8? La respuesta es OBVI.