Los métodos anticonceptivos han existido desde épocas memorables, de hecho las antiguas grandes civilizaciones llevaban a cabo técnicas sumamente raras para prevenir los embarazos; por ejemplo, en el antiguo Egipto, allá por los 1850 a.C, se creaba una singular mezcla con estiércol de cocodrilo y miel que se colocaba en la vagina previo al acto sexual. Afortunadamente las cosas ya no son así, hoy en día existen innumerables métodos anticonceptivos a nuestra disposición que nos evitan andar buscando estiércol de cocodrilo.
Pues ahora un nuevo método surgió e indudablemente se trata de algo nunca antes visto. Creado por el inventor alemán Clemens Bimek, se trata de una pequeñita válvula que permite cerrar la circulación de espermatozoides en el acto sexual a tan sólo un “click”, como un interruptor de luz que prende y apaga un foco. Ingenioso ¿no?
El inventor detalló a través de un comunicado de prensa:
Las válvulas son pequeñas, miden menos de una pulgada de largo y pesan menos de un décimo de onza (2.8 gramos). Se implantan quirúrgicamente en los conductos que llevan los espermatozoides desde los testículos, en una simple operación de media hora.
Se controlan con un simple interruptor de encendido y apagado, que el hombre puede alcanzar bajo la piel de su escroto.
Por ahora, el mismo Bimek y 25 voluntarios más se han puesto a prueba de dicha válvula para observar las reacciones del cuerpo ante esta.
Hartwig Bauer, urólogo que se ha encargado de algunas cirugías, explicó que este método es mucho mejor que una vasectomía, además de que la válvula permite decidir cuándo dejar fluir a los espermatozoides, algo que indudablemente en la vasectomía es imposible, además de que si quisiéramos hacer reversible una vasectomía significa someternos a otra cirugía con un 90% de probabilidades de éxito.
Por ahora se han señalado, principalmente, dos contras en dicha válvula; la primera es que la cirugía y la implantación puede generar cicatrices que dependiendo el organismo para algunos no presente problemas pero para otros lo obligue a quitárselo; y segunda, que permanecer con la válvula cerrada por mucho tiempo puede hacer que se obstruya el conducto, obligando al paciente a someterse de nuevo a cirugía para limpiar el conducto. Además… no creemos que este método prevenga las enfermedades de transmisión sexual, algo muy a considerar.
Algo que exige la válvula es que haya un flujo, relativamente, constante para mantener limpio el canal… algo que no resultaría difícil, ¿verdad, amigos?… para eso tenemos el lunes de mallitas.
Un invento que indudablemente revoluciona y nos proporciona un método diferente, habrá que esperar a las siguientes observaciones científicas que nos arrojen datos de confiabilidad.
Además de interesante, resultaría entretenido… cuántos no estaríamos jugando a: los espermas se prenden, los espermas se apagan, los espermas se prenden, los espermas se apagan… mientras vemos pasar las horas en nuestro trabajo.